5 claves para que nuestro hijo recoja los juguetes

 

A los niños les encanta jugar. Eso está claro. Lo que no les gusta tanto es recoger los juguetes después de la sesión de juego. Esta situación provoca peleas y llantos.  ¿Qué podemos hacer?

En el post de hoy os ofrecemos…

 5 pasos para que nuestro hijo o hija recoja los juguetes.

Paso 1: muestra a tu hijo que todo tiene su lugar.

Podemos aprovechar situaciones cotidianas para mostrar a los más pequeños que cada objeto debe estar en su lugar para poder encontrarlo cuando lo necesitemos. Para ello, cuando recojamos la colada podemos pedirle al niño que nos acompañe para que vea que las camisetas van en una estantería y los calcetines en un cajón. Lo mismo con la compra: algunas cosas van en el armario de las conservas, otras en el armario de la limpieza y otras en la nevera.

Juego: para hacerlo más divertido, podemos jugar al escondite de objetos. Por ejemplo, colocando una zanahoria en su cajón de los juguetes y un juguete en la nevera para que detecte que no está en su lugar.

Sabremos que ha alcanzado el objetivo del primer paso cuando detecte las cosas que no están en su lugar y cuando sepa dónde colocar cada objeto.

Paso 2: Jugar a recoger los juguetes.

Pedirle a un niño que recoja los juguetes porque sí, no suele tener muy buena aceptación entre los pequeños. No obstante, si la consigna es: “A ver quién recoge más juguetes y los coloca en su sitio” la cosa cambia. Ya no es una obligación, es un JUEGO.

En esta situación, ambos tendréis que recoger juguetes pero su visión de la tarea cambiará totalmente. Será algo divertido que no le importará hacer. Es importante que haya un equilibrio entre las veces que gana y pierde. Si pierde demasiadas veces se desmotivará enseguida y dejará de participar en esta dinámica. Si, por el contrario, gana siempre, puede perder el interés porque percibirá el reto como demasiado fácil.

Paso 3: Un reto más difícil

Una vez superada la fase anterior, propón “hacerlo un poco más difícil”. Cronometra el tiempo que tiene para recoger todos los juguetes, por ejemplo, 15 minutos. Es importante que el niño tenga alguna referencia del tiempo que dispone. Para ello podemos indicarle que cuando la aguje del reloj llegue a ese número, su tiempo habrá acabado. También podemos optar por poner un cronómetro con alarma para que sepa cuándo se ha acabado el tiempo.

Cada vez que supere la prueba deberá obtener un reconocimiento explícito (¡Qué bien lo has hecho!, ¡Has superado el reto!). Incluso podemos enganchar una pegatina por cada día que realiza la tarea correctamente.

Paso 4: Responsabilidad.

En esta fase deberemos hacer entender al niño que la tarea de recoger los juguetes la hace realmente bien y que creemos que es suficientemente responsable como para hacerlo él solito. Por tanto, cada vez que se le pida que recoja los juguetes, lo hará tan bien y tan rápido como él sabe porque así, dispondrán de más tiempo para hacer otras cosas como leer un cuento antes de acostarse o ver la serie de dibujos.

Paso 5: Reconocimiento (fase transversal).

Como habréis podido comprobar, el reconocimiento de la tarea es un aspecto a tener en cuenta en todos los pasos anteriores. No obstante, para mantener la realización de la misma en el tiempo, es importante que para el niño signifique un añadido. De esta manera, reconoceremos de forma positiva cuando la zona de juegos esté realmente recogida, cuando vengan invitados a casa les explicaremos que él solito ha recogido toda la sala, etc.

Por el contrario, cuando de forma puntual no cumpla con sus obligaciones, le recordaremos lo bonita que estaba la sala cuando él o ella la ordenaba y lo bien que lo sabía hacer. También le diremos que esperamos que lo haga en los próximos minutos para poder continuar con su rutina.

Recomendaciones generales

Durante el desarrollo de los pasos hemos de tener en cuenta algunos aspectos:

  • La zona de orden ha de ser accesible al niño. Evidentemente no colocará libros en las estanterías que no alcanza.
  • Los juguetes muy grandes y/o pesados requieren de la ayuda de un adulto.
  • No pretendamos que, por arte de magia, recoja sólo sus juguetes. Se trata de algo que deberá aprender con el tiempo.
  • Si el niño o la niña se deja algún juguete sin guardar, no lo guardes tú. Infórmale de que se lo ha dejado y pídele que lo coloque en su lugar.
  • Si el niño o la niña se equivoca de lugar al guardar un juguete, no le riñas. Aplaude su esfuerzo por buscarle un sitio e indícale cual es su lugar correcto.
  • Si el niño coloca un juguete en otro lugar pero se trata de un sitio razonable, mantengamos su colocación. Ha realizado un razonamiento bastante complejo para llegar a esa conclusión y corregirle constantemente puede ser contraproducente.
  • A medida que van creciendo, van usando juegos que requieren de largas sesiones (puzzles, legos, etc.). Debemos respetar si el niño no quiere recoger las piezas porque continuará jugando en otro momento. En ese caso, buscarnos un lugar donde no estorben las piezas y le permitiremos un margen de tiempo para que acabe la partida

En el apartado de comentarios esperamos vuestras dieas, dudas y sugerencias. Nos vemos en Facebook (@espaciopsicofamiliar), Instagram (@espaciopsicofamiliar) y Twitter (@EspacioPsico1).

Compartir esta entrada