El dolor de cabeza en la infancia y adolescencia

Todos hemos sufrido dolores de cabeza alguna vez en la vida, pero ¿recordáis cuál fue vuestra primera cefalea? Hay varios estudios que indican que el 69% de los niños han sufrido dolor de cabeza antes de los 14 años de edad. ¿Cuál es el origen de estos dolores? ¿Qué podemos hacer al respecto? No te pierdas este post y resuelve tus dudas.

¿Qué provoca cefalea en los niños?

Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta para determinar el origen de esta dolencia: los factores emocionales, la alimentación, enfermedades y otros estados o factores ambientales/externos.

Por una parte, tenemos los factores emocionales que provocan estrés y, como consecuencia, tensión muscular que se traduce en una presión en la zona craneal que provoca dolor. Estas emociones pueden ser debidas a problemas familiares, de relación, exámenes, una elevada autoexigencia, etc.

Los alimentos también tienen mucho que ver con los dolores de cabeza. Por lo que se sabe, el chocolate, los plátanos, el queso, el jamón dulce, etc. pueden provocar crisis migrañosas debido a sus componentes/nutrientes.

Algunas enfermedades comunes como los resfriados con procesos febriles pueden causar dolor de cabeza. Otras causas no tan comunes podrían ser los tumores, la meningitis, y otras infecciones.

Por último, no debemos olvidar los traumatismos, el ejercicio intenso, la deshidratación, la falta o el exceso de sueño, los cambios hormonales, la insolación, etc. Todos ellos pueden cursar con cefalea.

¿Quién hace el diagnóstico?

En cualquier caso, debemos acudir al pediatra o médico de familia del niño cuando refiera dolor de cabeza. El será quien indagará el origen,  hará un seguimiento para valorar su evolución y determinará la necesidad de acudir a un neuropediatra o neurólogo. Desde casa, se puede seguir un registro de los episodios de dolor de cabeza para ayudar al especialista. Para ello podemos completar una tabla como la siguiente:

Fecha Hora inicio Qué estaba haciendo Qué ha comido Hora remisión

Método utilizado

           

 

La cefalea tensional está en aumento en la edad escolar

La cefalea tensional es aquella debido a contracturas musculares por emociones estresantes. Se localiza en ambos lados de la cabeza y es de tipo opresivo. No suelen haber nauseas, vómitos ni hipersensibilidad a la luz o a los sonidos. Es de intensidad leva a moderada y en ningún caso produce aura. Puede durar entre 30 minutos y varios días y es más común en niñas mayores de 10 años.

¿Qué podemos hacer en caso de cefalea tensional?

En caso de cefalea tensional debemos buscar la forma de aliviar el dolor. Estar en una habitación oscura y fresca, aislada del ruido y de las pantallas puede ser un buen primer paso. A partir de ahí, deberemos buscar la forma de que se relaje: escuchando música suave, mediante un masaje o caricias en la zona del cuello, haciendo respiraciones profundas, etc.

También será esencial detectar qué es lo que produce un nivel de ansiedad tan elevado. Puede ser debido a situaciones estresantes, problemas de conducta, anímicos, etc. En caso de que sean recurrentes, será interesante acudir a un psicólogo que ayude a reconducir estas emociones y realice un entrenamiento en relajación. Estas medidas de prevención y tratamiento son muy útiles en estos casos y disminuyen la necesidad de ingerir medicamentos.

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