El juego y la socialización

 

Los niños/as empiezan jugando solos, juegan con sus manos, con sus pies, los juntan los separan, los mueven, etc. Poco a poco este juego va cambiando y sienten atracción por el juego del otro, en las etapas más infantiles podemos ver que a pesar de jugar de forma individual los peques se sientan juntos y observan el juego de los demás. A medida que el niño crece, el juego se va desarrollando para dar paso a un juego cooperativo (5-7años), es aquí cuando empiezan las primeras rivalidades.

EL juego es uno de los primeros elementos socializadores en la vida de los peques, a través del juego los niños/as se relacionan son su entrono y van adquiriendo  conocimientos, formas de comunicación  y estrategias que les permiten adaptarse mejor.

Los padres/madres y educadores deben promover el juego desde bien pequeños e intervenir solo cuando es estrictamente necesario puesto que a veces, los adultos  interpretamos situaciones erróneas y modificamos escenarios de juego que no son necesarios y que precisamente son los que les ayudan a aprender.

¿Cuáles son las funciones del juego?

  • Sirve para vivenciar situaciones y descargar emociones, positivas y negativas, de una forma acorde con su edad para mantener un equilibrio emocional.
  • Como medio de comunicación para expresar miedos y deseos.
  • Como elemento socializador fundamental para el desarrollo de la personalidad.
  • Potencia la creatividad e imaginación.
  • Nos prepara para la vida adulta.
  • Estimula las diferentes aéreas cognitivas y afectivas
  • Ayuda a desarrollar diferentes habilidades como la reflexión, la empatía, etc.
  • Debido a la asociación entre juego y diversión, podemos trabajar diferentes aprendizajes, siempre y cuando se haga con un juego atractivo.
  • Estimula la comunicación y cooperación.
  • Mejora la autoestima y el autoconcepto.
  • Es un gran contribuyente en la integración de normas.

¿Cómo fomentar el juego?

El primer consejo que os damos es juntar a los niños/as con sus iguales. En edades tempranas, es posible que no jueguen juntos pero aun así son observadores, por eso es bueno juntar a los niños pequeños siempre con la supervisión de un adulto.

Fomentar actividades conjuntas con otros niños/as, construir entre todos una torre, hacer carreras, jugar  a buscar objetos, etc.  Poner palabras a las actividades de los otros y fomentar la imitación del juego.

Debemos dejar tiempo ara el juego y no infravalorar su gran potencial, al igual que queremos que aprendan todos los contenidos académicos, a través del juego nos formamos así que démosle el valor que merece y ¡a jugar!

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