Esperando al Ratoncito Pérez

La caída de los primeros dientes hace sentir a los más pequeños que están creciendo y empiezan a hacerse mayores. A lo largo y ancho de todo el mundo existen tradiciones que celebran este hecho con pequeños regalos. Como todos los acontecimientos vitales podemos aprovechar esta situación para fomentar valores y aprendizajes en los niños. ¿Quieres saber más? Te lo explicamos todo en este post. Sobre todo, no te pierdas al final las propuestas de actividades y la zona de descargas.

Cada país lo llama de una forma distinta

Aunque la tradición sea muy similar en la mayoría de países, se encuentran diferencias en cuanto al nombre se refiere. En muchos lugares se le llame “Ratoncito Pérez” pero en México y Perú lo llaman “Ratón de los dientes”, en Francia “la petite souris” en Itala “Topolino” y en Estados Unidos lo conocen como “Tooth Fairy”. Incluso dentro de España, se le recojoce por varios nombres como “l’Angelet” en Catalunya o “Martixu teilatukoa” en el País Vasco.

La tradición

La tradición o historia del Ratoncito Pérez cuenta que recoge los dientes que se les han caído a los niños a cambio de un pequeño obsequio, siempre y cuando estén en buen estado y colocados debajo de la almohada. Dependiendo de la historia que se siga, puede usarlos para crear su casa o palacio, para ayudar a sus amigos y familiares reemplazando los dientes que necesiten o incluso usándolos de menaje para sus casas. Sea como sea, el Ratoncito Pérez siempre es bien recibido en las casas donde hay niños: es motivo de alegría y de ilusión.

Creamos la puerta de la casa del ratoncito Pérez

Crear la puerta de la casa del ratoncito Pérez es muy sencillo y requiere de materiales fáciles de conseguir e incluso los podemos reciclar.

Necesitaremos:

·         Palos de helado (en nuestro caso hemos usado de los estrechos pero pueden hacerse servir también los anchos).

·         Una cuenta de hacer collares o pulseras.

·         Pintura de colores y rotulador de punta fina.

·         Silicona caliente

·         Una cañita (de las que usamos para beber refrescos; mejor si es de plástico que de cartón).

·         Cuerda fina.

·         Cartulina.

·         Una fotografía de escaleras. Si buscáis “escaleras subiendo” en Google os saldrán varias y podréis escoger la que más os guste.

·         Lija y cutter.

Cómo se hace

 1- Corta 7 palitos finos o 4 anchos para que parezcan tablas de madera. Es decir, deberás cortar ambos extremos para evitar que se vean redondeados. Pasa la lija por los extremos para evitar que se astillen. A continuación, únelas con silicona caliente y dos palitos de forma horizontal por la parte trasera. 

2- Haz el marco de la puerta con dos palitos estrechos o uno ancho teniendo en cuenta la medida de tu puerta. Deberás hacer dos lados lardos y dos más cortos. Igualmente, será necesario lijar los extremos para evitar astillas.

3- Mide y recorta la fotografía de las escaleras en la medida que necesites y pégala en un trozo de cartón o cartulina. Deja que se seque.

4- Corta una cañita de plástico a la medida del marco y únelo con silicona caliente. Con un poco de cuerda y más silicona, podrás unirla a la puerta. IMPORTANTE: Recuerda dejarle espacio para que la puerta pueda abrirse correctamente. Recomendamos hacer pruebas antes de pegarlo con la silicona.

5- Pinta y decora la puerta como más te guste. Nosotras la hemos pintado en tonos rosas y blancos, hemos añadido un cartelito con su nombre, un pomo con una cuenta de pulseras y unos adornos con palitos que nos sobraron. También colocamos cuerda alrededor de la puerta y en el pomo.

EXTRA: si te gustan los detalles, puedes crear una escalera para salvar la distancia del zócalo, una alfombrita para que se limpie las patitas antes de entrar en casa y unos sobrecitos para dejar los dientes.

ESCALERA: para crear la escalera, tan solo hemos unido palitos de brochetas con un poco de silicona y cuerda para decorarla.

ALFOMBRITA: bastará con cortar un trocito de cartulina en la forma deseada y enrollarle encima cuerda de la que hayamos usado anteriormente, usando un poquito de silicona caliente. También se puede hacer con fieltro, goma eva o el material que tengáis por casa.

BOLSITAS: para guardar los dientes hemos creado estas bolsitas cosiendo unos trocitos de fieltro. Si no se os da demasiado bien coser, siempre podéis pegarlo con silicona. 

Propuesta de actividades

A continuación os presentamos una propuesta de dinámica que fomentará la higiene, la responsabilidad y algunas habilidades cognitivas/académicas en los más pequeños:

Para empezar, podemos explicarles la historia del Ratoncito Pérez. Si ya conocéis la historia, explicádsela sin más y así continuaréis una tradición realmente bonita. En el caso contrario, podéis inventarla o buscar algún cuento en la librería o biblioteca. Como siempre, Google no puede ayudar en estos casos. Con esta primera actividad trabajaremos la atención y la comprensión oral.

Después podéis entregarle su puerta y explicarle qué es lo que pasará cuando se le caiga uno de sus dientes. Es preferible hacerlo antes de que se le caiga el primero para evitar que se asuste o que lo viva como algo negativo (algunos niños sienten dolor al despegarse los dientes de su encía). Igualmente, si ya se la ha caído alguno, le hará ilusión seguro. Incluso podéis hacer ver que llega por correo y le parecerá mucho más emocionante.

Después, podéis darle las cartas de entrega de diente (encontraréis el PDF en la zona de descargas) y pedirle que rellene una cada vez que se le caiga uno de sus dientecitos. De esta manera fomentaos la responsabilidad, la lectoescritura y la motricidad fina.

Con la tarjeta de recuento de los dientes caídos  (PDF en la zona de descargas) le haremos partícipe del proceso y será consciente de los dientes que ya ha cambiado y lo que le queda por cambiar. Se trata de una buena medida para saber lo rápido que se está haciendo mayor. Si os apetece, podéis escribir a lado de cada uno la fecha en la que se despegó. Con esta actividad, podemos aprovechar para fomentar una buena higiene y evitar el exceso de azúcar. También podéis llevarlo al dentista para hacerle ver la importancia de la dentadura. Seguro que el doctor o doctora podrá explicarle curiosidades que le resultarán fascinantes.

Por último, disponéis de un acuse de recibo del diente que podéis usar como obsequio o añadirlo al mismo. En él podéis añadir información o “tareas” como lavarse los dientes más a menudo indicando que estaba un poco sucio, por ejemplo.

ZONA DE DESCARGAS

Carta de entrega del diente  (en varios colores) –>

Tarjeta de recuento de los dientes caídos–>

Acuse de recibo / diploma del Ratoncito Pérez –>

Esperamos tus ideas, dudas y sugerencias en el apartado de comentarios y nos vemos en las redes sociales: Facebook (@espaciopsicofamiliar) e Instagram (@espaciopsicofamiliar).

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