La imitación y el aprendizaje en TEA

 

imitación

El juego de imitación comprende una serie de habilidades y estructuras que se ponen en juego y que son una base para el aprendizaje.

Los procesos que se ponen en marcha en el aprendizaje por  imitación son:

  • Atención: prestar atención a la conducta modelo a imitar.
  • Retención: retener la información que recibimos de la observación.
  • Reproducción: poner en práctica la reproducción de lo que hemos observado.
  • Motivación: la imitación solo se dará si existe una motivación. Recomendamos que la conducta de imitación sea reforzada a modo de recompensa para mantener la motivación.

¿Por qué es importante la imitación?

A través de la imitación o  el juego imitativo, los niños van integrando en su conocimiento diferentes situaciones así como el conocimiento de su cuerpo implicado en la reproducción del modelo a imitar.  Para los niños con TEA la imitación les proporciona la capacidad de identificar diferentes roles, de tornarse más sociables siendo capaces de imitar a sus iguales.

El ejercicio de imitación  de acciones motoras, simbólicas, funcionales y sociales potencia el aprendizaje de cualquier niño.

¿Cómo empezar el juego imitativo?

Este tipo de juego, a veces, puede resultar difícil en niños con Trastorno del Espectro Autista. Ya sea debido a que no hay contacto visual, falta de interés en juegos interactivos, limitación en funciones de simbolización, etc. Jugar con un niño con TEA puede ser toda una experiencia, puesto que el juego que le presentamos puede transformarlo en otro que nos cuesta entender. Por ejemplo: si le ofrecemos pequeñas figuritas cabe la posibilidad que las ordene.

Cuando nos encontramos en la situación en que la función imitativa está limitada,  os recomendamos empezar con algo muy simple. Buscaremos algún ruido, repetición o interés que el niño/a realice e inmediatamente después lo imitaremos para captar su atención. Es importante, al principio,  que se haga en un lugar en el que no haya muchos estímulos y sobretodo no nos desesperemos, paciencia. Cuando el pequeño se da cuenta de que le estamos imitando iniciará un juego interactivo y compartido que seguiremos reforzando con la imitación.

Para poder generalizar la imitación y con la intención de que entienda que ahora debe imitarnos a nosotros, necesitaremos de otro adulto. Podemos hacer que el otro adulto empiece a imitar movimientos como correr de un lado de la habitación hacia el otro, saltar, etc. Debemos procurar que sea algo muy visible, como el movimiento, para que así el pequeño entienda que el juego consiste en imitarnos.

Una vez llegados a este punto, al que habremos llegado con tiempo y esfuerzo, iniciaremos un juego de imitación como base de aprendizaje indispensable para su correcto desarrollo psicofísico. A través de la imitación potenciaremos y aumentaremos el contacto visual e incluso en algunos casos la verbalización. El juego imitativo nos brinda la oportunidad de interacción y aprendizaje.

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