Dificultades de respiración en la lectura

 

¿Has notado que tu hijo/a se ahoga al leer en voz alta? Esto puede ser bastante molesto para el pequeño/a y deberse a diferentes motivos. En este post os explicamos las posibles causas y algunas formas de ayudarle.

¿Cómo puedo notar si a mi hijo/a le falta el aire al leer?

Cuando a un niño/a le falta el aire mientras realiza una lectura en voz alta, notaremos que necesita parar para coger aire. Es normal que pare durante las comas y puntos, pero si vemos que no es capaz de esperar a los signos de puntuación para hacerlo, debemos sospechar que algo está ocurriendo.

Además, podemos fijarnos en la cantidad de aire que recoge. Es decir, si el niño va leyendo en voz alta y no oímos o escuchamos muy ligeramente la aspiración de aire, podremos suponer que la cantidad de aire que necesitaba era la normal. Por el contrario, si detectamos una aspiración muy sonora, incluso haciendo uso de la boca para hacerlo, podemos estar ante un caso de dificultad para respirar.

Evidentemente, deberemos fijarnos en estos signos siempre que no esté pasando por un resfriado o no tenga alguna enfermedad respiratoria diagnosticada y que la temperatura del lugar sea adecuada (ni muy fría ni muy cálida).

¿Cuáles son las posibles causas?

La falta de aire al leer puede deberse a:

  • Un estrés excesivo al realizar la tarea. Los niños que se ponen muy tensos al leer en voz alta, ya sea por inseguridad, vergüenza, etc. tienden a respirar más rápido, hecho que dificulta realizar los paros correspondientes para la aspiración de aire.
  • Un patrón de respiración inadecuado. En algunas ocasiones, los niños (y mayores) no realizan un patrón respiratorio correcto. La forma adecuada es inspirar el aire por la nariz para asegurarnos de que adquiere las propiedades necesarias antes de llegar a los pulmones (temperatura, limpieza y humedad), guardar el aire en la zona del diafragma y expulsarlo por la boca o nariz. Podremos detectar un patrón deficiente tocando el abdomen del niño. Si no se hincha al respirar y notamos que la zona pulmonar se eleva mucho, sospecharemos que la forma de respirar del niño es poco profunda.
  • Una enfermedad médica. Algunas enfermedades relacionadas con los pulmones, las vías respiratorias o el corazón pueden provocar dificultad para respirar. Deberemos fijarnos si estas dificultades se producen solo durante la lectura en voz alta y en el habla o son de carácter más generalizado. En este caso, sería conveniente acudir a un especialista para descartar alergias, inflamaciones, bronquiolitis, etc.

¿Qué podemos hacer?

En caso de que se trate de problemas de inseguridad o estrés, será conveniente descubrir el origen de dichas preocupaciones y actuar en consecuencia. Una autoimagen negativa en cuanto a la lectura puede ser el detonante de este tipo de problemas,  por lo que ayudaremos al pequeño a mejorar en su desempeño y fomentaremos su autoestima recordándole que es capaz de hacerlo, que ha mejorado mucho y que estamos muy orgullosos de él/ella.

Si, por el contrario de sebe a un patrón de respiración inadecuado, podemos acudir a un logopeda para que determine las necesidades específicas del niño. También podemos hacer algunos ejercicios des de casa tales como:

  • Coger aire por la nariz, retenerlo durante 3 segundos en la barriga y expulsarlo por la boca.
  • Hacer lo mismo usando las pompas de jabón, elevando una pelotita ligera con una caña o apagando velas a diferentes distancias.
  • Pedirle que coloque la mano en su abdomen mientras respira para generalizar el patrón diafragmático.
  • Dibujar los diferentes pasos para una correcta respiración. De esta manera fomentamos su comprensión y memorización.

En el caso de tratarse de una enfermedad médica, deberemos seguir los consejos del especialista.

Esperamos tus ideas, dudas y sugerencias en el apartado de comentarios y nos vemos en las redes sociales: Facebook (@espaciopsicofamiliar), Instagram(@espaciopsicofamiliar) y Twitter (@espaciopsicofamiliar).

Compartir esta entrada