Los adolescentes y las redes sociales

 

redes sociales

Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (octubre de 2017), un 25% de los niños y niñas de 10 años ya disponen de un teléfono móvil propio. El porcentaje asciende al 95% cuando se trata de adolescentes de 15 años de edad. Este informe también indica que un 90,4% de los estudiantes hace uso de Redes Sociales, ya sea mediante la creación de un perfil, del envío de mensajes o de otro tipo de contribuciones.

Como podemos comprobar, el uso mayoritario de las Redes Sociales se inicia en la adolescencia, coincidiendo con los cambios hormonales y físicos así como con la fluctuación emocional típica de estas edades. Por tanto, no es de extrañar que este tema se haya convertido en un gran tema de discusión en las familias con hijos o hijas adolescentes. Por ese motivo, hoy os ofrecemos algunos consejos sobre la seguridad en internet en relación a estos recursos tan a la orden del día.

Ventajas e inconvenientes del uso de las redes sociales en adolescentes

Como podréis imaginar, las Redes Sociales aportan cosas muy positivas a la sociedad. Desde su lanzamiento, el crecimiento de las diferentes plataformas es imparable y su aceptación, incuestionable. No obstante, debemos tener muy en cuenta los peligros que puede comportar su uso, sobretodo en usuarios jóvenes.

 

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Ventajas

  • Aumenta el círculo social de los jóvenes y adolescentes.
  • Favorece la comunicación instantánea de forma fácil e intuitiva.
  • Proporciona entretenimiento e intercambio de información.
  • Promueve el uso de la tecnología, competencia básica en la época actual.
  • Elimina los muros sociales en jóvenes con complejos o dificultades de relación (timidez, dificultades de movilidad, etc.).

Desventajas o riesgos

  • Reduce el contacto presencial y puede provocar cierto distanciamiento con los miembros de la familia u otras personas de su círculo social tradicional.
  • Aumenta el riesgo de la violación de la privacidad de los datos personales (nombre completo, dirección, fotos personales, etc.).
  • Existe el riesgo de Cyberbullying. Si quieres saber más sobre este tema, no te pierdas el post de Ciberbullying (haz clic en la imagen).

  • Aumenta el riesgo de infección por virus.
  • Puede provocar adicción.

¿Qué podemos hacer?

La prevención es la clave en estos casos. Y para ello, debemos tener en cuenta dos aspectos: la confianza y la educación.

Confianza para el uso de Internet

Para esta y otras muchas cuestiones relacionadas con la adolescencia, es esencial la confianza del/la joven con sus padres y otros familiares. Por nuestra experiencia, podemos afirmar que fomentar acercamientos y un espacio en el que consultar dudas o explicar experiencias y preocupaciones sin miedo a ser juzgados proporcionará a los adultos una gran fuente de información para detectar problemas relacionados con las redes sociales.

5 consejos para fomentar la confianza con un hijo o hija adolescente:

  1. Debemos ser pacientes. Es muy probable que a menudo nos encontremos con negativas ante la idea de conversar con nosotros. En estos casos debemos dejarles su espacio para reflexionar y procurar estar disponibles cuando el joven esté receptivo y cómodo.
  2. No juzgar. Escuchar sin irritarse (siempre que sea posible) nos permitirá saber qué es lo que ellos piensan realmente y, con las aportaciones adecuadas (escucha activa y comunicación asertiva), podremos ayudarles a reflexionar y a tomar decisiones por sí mismos.
  3. Ser un buen ejemplo. Igual que los niños pequeños, los adolescentes imitan a sus referentes. Debemos procurar que estos no se relacionen mediante la violencia, la mentira o el aislamiento. Es importante transmitir calma e interés por entender sus preocupaciones y conflictos.
  4. Ofrece un espacio íntimo. Todo adolescente necesita ser escuchado. Esta tarea a veces se complica por culpa del ritmo frenético del trabajo, las tareas del hogar, etc. Procuremos disponer de ratitos tranquilos en los que la comunicación entre miembros de la familia sea el objetivo principal. Puede ser durante la cena, charlando un ratito en el sofá o dando un paseo por el parque. En este caso, todo vale y debemos ser flexibles y buscar un ambiente en el que todos estéis cómodos.
  5. Interesarse no supone interrogar. La necesidad de saber más sobre los hijos, sobre todo cuando son adolescentes y parecen llevar una coraza las 24 horas del día, lleva a muchos padres a insistir demasiado. Una buena técnica para recibir información es empezar con preguntas genéricas (por ejemplo, “¿Cómo te ha ido el día?”) para pasar a otras más concretas que os permitan profundizar en aquello que os ha empezado a explicar (por ejemplo: “Así que hoy has estado incómoda en el recreo. ¿Ha pasado algo que te haya disgustado?”).

Educación para el uso de Internet

Es importante ofrecer a los adolescentes una guía sobre el uso seguro de los dispositivos móviles y las redes sociales. Ellos no disponen de nuestra experiencia y, aunque es necesario equivocarse para aprender, podemos advertirles de algunos de los peligros que conllevan su uso.

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6 consejos sobre cómo actuar en estos casos:

  1. Es importante que los padres sepan hacer un uso responsable de estas herramientas y estar alerta de las actualizaciones, las opciones de seguridad, etc. Para ello, es necesario estar alerta de las nuevas redes sociales que use e informarse sobre ellas.
  2. Una buena confianza entre padres e hijos permite un correcto acompañamiento durante su uso sin invadir su intimidad.
  3. Se recomienda controlar el tiempo de acceso a Internet para evitar interferencias en sus otras actividades diarias o su descanso.
  4. Hacerles conscientes de los riesgos del uso de las Redes Sociales y mostrarse disponibles en caso de que necesiten asesoramiento o ayuda en la resolución de cualquier conflicto. Tener en cuenta posibles suplantaciones de identidad, mentiras, bulos, etc.
  5. Desaconsejar la participación en cualquier red social que se promuevan actitudes humillantes, provocadoras, etc.
  6. Prestar atención a las ciber-amistades tanto como a las amistades tradicionales o presenciales.

En vista de los posibles riesgos, ¿es mejor que los adolescentes no dispongan de redes sociales?

A pesar de todos los riesgos que conllevan, no debemos olvidar sus ventajas. Hoy en día, el acceso a Internet está muy generalizado y es necesario tanto para el ocio como para el aprendizaje.

Antes de proporcionar acceso a los jóvenes, deberemos tener en cuenta su madurez, la responsabilidad, la propia experiencia vital, etc. Si prestamos la atención necesaria a estos temas, no hay por qué tener problemas. Como hemos comentado antes, todo se basa en la confianza y en la educación en estos aspectos.

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