¿Qué es el apego?

Desde que nacemos estamos preparados para relacionarnos transmitiendo en un primer momento nuestras necesidades. El apego es el vínculo emocional que desarrollamos con nuestros progenitores o cuidadores.

Anteriormente a la teoría de John Bowly del apego, se afirmaba que los bebés estaban apegados a sus madres tan solo porque  estas les ofrecían alimento. Los estudios de Bowly en instituciones con niños privados de la figura materna, hizo que desarrollara la teoría del apego: “un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas, les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (J.Bowly).  Por su parte Harry Harlow estudió la Teoría del apego y de la privación maternal de Bowly.

¿Es el apego necesario?

Experimento con macacos Harry Harlow:

Separó a crías de macaco de su madre y las expuso a una especie de máquina (madre de alambre) que les proporcionaba alimento, o bien a una figura similar de macaco recubierta con felpa suave pero que no proporcionaba alimento.

El resultado: las crías de macaco se aferraban más a la “madre de trapo” que no les proporcionaba alimento. La madre de trapo proporcionaba a las crías cierta seguridad y eso hacía que explorarán el entorno con más confianza.

Las crías de la madre de alambre: en su etapa adulta como madres no fueron capaces de vincularse con sus crías.

Por lo tanto, el bebé no solo se apega a la madre porque ésta le proporciona alimento, sino por el contacto, el apego es una necesidad para desarrollarse de forma sana. Los bebés no se “mal acostumbran a los brazos”, una madre que responde de forma inmediata y segura a las demandas de su bebé, fomenta el vínculo y le proporciona una estabilidad y equilibrio en su personalidad.  Es imprescindible el contacto físico para el apego.

Tipos de apego

  • Apego seguro-autónomo: estar en sintonía con el bebé al responder a sus demandas forma este tipo de apego. Ejemplo: cuando una mamá sale de la habitación en la que se encontraba con su hijo, este disminuirá su conducta exploratoria y se verá claramente afectado, cuando la mamá vuelva mostrará signos claros de alegría buscando el contacto físico con ella y seguirá explorando la habitación.
  • Apego inseguro-evitativo: se da cuando el cuidador no atiende de forma regular y/o constante a las demandas o necesidades del bebé, de esta forma no desarrolla sentimientos de confianza y se siente inseguro. Ejemplo: el bebé no reacciona ante la ausencia de la figura de apego y continúa explorando su entorno. Los estudios demuestran que en realidad el bebé está estresado pero no muestra sus emociones,  se mantiene más  estrés en el tiempo en comparación al apego seguro.
  • Apego inseguro-ambivalente: se da cuando se responde, a veces de forma incondicional y cariñosa,  y otras en forma de rechazo o de poca disponibilidad. Ejemplo: el bebé muestra preocupación y ansiedad  cuando no está la madre, no explora sus juguetes ni retoma la actividad al volver la madre, intensifica su expresión emocional para obtener atención y así evitar el abandono.
  • Apego desorganizado: no hay una vinculación adecuada con sus cuidadores. Es uno de los apegos más frecuentes en niños/as que son víctimas del terror provocado por situaciones de malos tratos, con lo cual, el pequeño/a no tiene estrategias organizadas útiles ante estas situaciones. Ejemplo: el bebé no reacciona ni a la separación ni al reencuentro con ningún modelo coherente.

Esperamos tus ideas, dudas y sugerencias en el apartado de comentarios y nos vemos en las redes sociales: Facebook (@espaciopsicofamiliar), Instagram(@espaciopsicofamiliar) y Twitter (@espaciopsicofamiliar).

Compartir esta entrada