Actividades de estimulación en el RM

La detección temprana y la intervención precoz son claves en el tratamiento del retraso madurativo. A partir de ahí, especialistas como psicólogos, psicomotricistas, neuropsicólogos, logopedas, fonoaudiólogos, profesores, etc., pueden intervenir ofreciendo una estimulación muy valiosa en estos casos. No obstante, la colaboración de las familias desde casa, es una herramienta muy a tener en cuenta ya que favorece la generalización de los aprendizajes generales y específicos.

Esto no quiere decir que las familias con niños con retraso madurativo deben estar las 24 horas del día estimulando a los más pequeños. Se trata de una cuestión más de continuidad que de cantidad. Es decir, es mejor mantenernos constantes en la estimulación del desarrollo en pequeñas dosis que realizar sesiones esporádicas e intensas desde casa.

¿Qué debemos estimular desde casa?

Cada niño es un mundo y deberemos hablar sobre esto con los diferentes profesionales que puedan atender al niño con retraso madurativo. En términos generales pueden estimularse las funciones cognitivas, la comunicación y el lenguaje, la motricidad, la gestión emocional y la autonomía. A continuación os ofrecemos algunas actividades que estimulan cada una de estas áreas en edades tempranas.

IMPORTANTE: Las actividades que os presentamos a continuación a modo de ejemplo pueden y deben adaptarse a la edad y capacidad del niño. Es importante empezar a realizar las actividades de modo que nos aseguremos el éxito, es decir, a un nivel accesible para él. De esta manera, fomentaremos la motivación y el seguimiento activo de la tarea.

Estimulación cognitiva en edades tempranas (0-3 años)

Realizad puzzles o encajables
Agrupad objetos por categorías. Por ejemplo, podemos clasificar los juguetes por tamaños, colores, etc.
Estimula su memoria jugando a los trileros de una forma sencilla. Coloca dos vasos sobre la mesa y esconde un muñequito bajo uno de ellos para que pueda encontrarlo.
Usa mantas sensoriales e instrumentos para la estimulación de los diferentes sentidos.
Los libros y cojines sensoriales son muy útiles para trabajar a nivel cognitivo. Existen muchos modelos pero también puede crear uno tu mismo/a. Haz clic en las imágenes para saber más.
Ofrece diferentes objetos que pueda manipular con diferentes texturas, colores y brillos.
Ofrécele el tiempo y la seguridad necesaria para que él/ella mismo busque soluciones a sus problemas. Por ejemplo, bajar de la cama o alcanzar un juguete.
Procura que el tiempo de dedicación a cada juego sea cada vez más largo fomentando su curiosidad, exploración y manipulación.
Esconde un aparato que haga música y pídele que lo busque para estimular su orientación y su capacidad de resolución.

Cómo fomentar el lenguaje y la comunicación en edades tempranas (0-3 años)

Realizad los movimientos en base al significado de la letra de una canción. Si, por ejemplo, en la canción se pronuncia la palabra arriba, el movimiento asociado puede ser levantar las manos.
Seguimiento de órdenes sencillas. Se irá aumentando la cantidad a medida que el niño sea capaz de recordarlas. Por tanto, empezaremos pidiendo que se quite los zapatos y más adelante podremos demandarle que se los quite, los deje en el zapatero y cierre la puerta.
Hablar con el niño y animarle a que realice la pronunciación correcta de las palabras. También tendremos en cuenta que las llame por su nombre y no por otros inventados.
Asocia palabras a signos corporales para facilitar su comunicación.
Léele cuentos y asegúrate de que los comprenda comentando las diferentes situaciones o realizando preguntas relacionadas.
Imita el sonido de los animales.
Canta canciones sencillas.
Identificar el nombre de las diferentes imágenes para aumentar el vocabulario.
Soplar burbujas de jabón para educar la respiración durante el habla.

La motricidad fina y gruesa (0-3 años)

Imitar los movimientos a tiempo real, ya sea con una persona delante o con un muñeco articulado.
Señalar las diferentes partes del cuerpo.
Realizarle masajes.
Construir torres u otras creaciones con cubos de plástico o de madera.
Seguir caminos marcados por el suelo con cintas o tiza sin desviarse.
Fomentar la realización de patrones motrices básicos, como el salto, el gateo o rodar.
Jugad a pasarse una pelota.
Modela plastilina creando diferentes objetos.
Usad arena fina o gruesa para mover las manos, estimular la musculatura, experimentar con texturas, etc.
Realiza juegos con pompones de colores, pinzas, botones,

Actividades que promueven la autonomía (0-3 años)

Deja que te acompañe en las tareas del día a día.
Ofrécele un tiempo extra para que pueda vestirse y desvestirse solito/a. Si él o ella sabe realizar una tarea, no la hagamos por ella para adelantar tiempo (siempre que sea posible).
Coloca los útiles a su alcance para que los tenga a la vista y pueda usarlos cuando sea necesario.
Pídele que vaya realizando tareas sencillas como llevar los vasos a la mesa o ayudar a recogerla.
A la hora de comer, procura que los platos, los cubiertos y los vasos sean adecuados a su tamaño y que no pesen demasiado. Existen herramientas ergonómicas que le ayudarán en el proceso de aprender a comer solito/a. Lo mismo para la ducha, el vestirse, el tiempo de juego, etc.

Gestión emocional (0-3 años)

Ayúdale a identificar las emociones poniéndoles nombre, expresión no verbal, mediante situaciones y dibujos, etc.
Reconoce sus emociones y ayúdale a entender lo que le ocurre.
Habla sobre los sentimientos y las emociones de los personajes de un cuento o de los dibujos animados.
Moldead con plastilina la expresión facial de cada emoción.
Ayúdale a regular la intensidad de sus emociones mostrándole diferentes formas de canalizarlas.
Hazle ver que los demás también tienen emociones.
Es importante que los adultos sean unos modelos adecuados para que los niños puedan aprender una forma adecuada de expresar sus emociones.

Interacción social (0-3 años)

Explícale lo que esperas de él/ella en cada situación social. También puedes adelantarle lo que puede esperar que ocurra. Por ejemplo, le explicaremos que vamos a merendar a casa de sus primitos, quién estará allí, que habrá comida, que podrán jugar un ratito y cuando sea la hora le avisaremos para volver a casa etc. También le diremos que esperamos que salude a los familiares cuando entre en casa, que se siente en la mesa para merendar…
Fomenta el contacto con otros niños y adultos.
Procura establecer un apego seguro entre tú y el niño.
Debemos respetar la vergüenza que pueda sentir y ofrecerle un margen para la relación con los demás.

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