5 trucos para que los niños no tengan miedo al ir a dormir
A nuestro hijo le da miedo ir a dormir solo, ¿qué hacemos? Esta pregunta nos la suelen hacer mamás y papás de niños de entre 3 y 10 años. El conjunto de miedos evolutivos o adaptativos junto con las creencias fantásticas establecidas por los niños, provoca que el temor al monstruo que habita bajo la cama o la bruja que entra por la ventana sean cada vez más pronunciados. En este post os damos algunos truquitos para evitar este tipo de situaciones. No te pierdas el truco número 5, es súper eficaz.
Truco 1: Hablad sobre sus miedos.
Primero de todo es importante que escuchemos sus miedos y hablar sobre ellos. Si les quitamos importancia sin haberles prestado atención inicialmente, lo único que conseguiremos es que se sienta frustrado, desprotegido y nervioso. Expliquémosles que las brujas solo existen en las historias de miedo y que los payasos son señores con disfraces divertidos que hacen actividades en las fiestas de cumpleaños. Se le ofrecemos un espacio de confianza en el que expresarse, se sentirá mejor y le ayudaremos a racionalizar todos esos temores que le invaden al caer la noche.
Truco 2: Dibujad y pintad sus miedos.
Mediante el dibujo se puede normalizar la figura que tanto temor le causa. Si, por ejemplo, se trata de un fantasma, podemos intentar dibujar uno simpático con una gran sonrisa. Al recrearse pintándolo se familiarizará con él y sentirá más confianza en si mismo. Además, se trata de un buen momento para hablar sobre este tema y responder todas las preguntas que nos haga, siempre desde la comprensión y adecuándonos al nivel de cada niño.
Truco 3: Lucecitas de cortesía.
Existen unas lamparitas pequeñas que funcionan con pilas o que se enchufan y que ofrecen una luz tenue muy localizada que, en algunas ocasiones, puede ayudar al niño a evitar el miedo y conciliar el sueño. Algunas tienen proyectores de estrellas que las hacen realmente fascinantes. A corto plazo es una medida muy útil pero no por tenerla se soluciona el problema. Es importante tratar estos aspectos a pesar de usar este recurso.
Truco 4: Evita películas, videojuegos, decorados, libros, experiencias, etc. no adecuados a su edad.
En algunas ocasiones nos encontramos con dibujos animados poco adecuados a la edad del niño, libros con imágenes demasiado explícitas para su nivel de desarrollo y para su imaginación, etc. Es importante controlar todo lo que ve por televisión u otros medios audiovisuales, a lo que juega, etc. En muchas ocasiones, estos temores se acentúan al entrar en contacto con versiones para adultos de perosnajes infantiles. Evitando su exposición, evitaremos que les tengan miedo; ya las verán películas de terror cuando estén realmente preparados. No fomentemos su visionado para exaltar la valentía de los niños.
Tampoco ayuda mucho amenzarlos con que vendrá el «hombre del saco» si no se portan bien. Crearles inseguridad y hacerles creer que están inseguros ante este personaje porque ni papá ni mamá pueden hacer nada por «salvarlos» ni evitar que se los lleve fomenta este tipo de temores debidos a sentimientos de indefensión.
Truco 5: Crea tu propio spray anti monstruos, brujas, fantasmas y lo que se tercie.
Para hacerlo necesitamos un bote tipo pulverizador vacío, agua, unas gotas de esencia (la que más os guste), una etiqueta adhesiva y rotuladores. Basta con decorar una etiqueta escribiendo “Spray anti miedos” para tapar la etiqueta del envase original y fomentar que el niño la reconozca cada vez que la necesite. A continuación, llenaremos la botella de agua y le añadiremos unas gotas de esencia. Es importante que al pulverizarlo se pueda oler con facilidad.
¿Qué conseguimos con esto? Muy sencillo. Cuando el niño o niña tenga miedo, le explicaremos que este pulverizador es una poción mágica contra el miedo (nunca contra el monstruo o la bruja ya que así le damos a entender que realmente existen). Haciendo un poco de “magia” pulverizaremos la mezcla por la habitación. Al notar el olor se dará cuenta de que realmente hay algo en el ambiente y se sentirá más tranquilo.
Si tenemos en cuenta los beneficios de la aromaterapia, podemos escoger una esencia que relaje al niño y evite las situaciones de tensión. Algunos ejemplos son la lavanda y la melisa, aunque los cítricos siempre son agradables.
Esperamos tus ideas, dudas y sugerencias en el apartado de comentarios y nos vemos en las redes sociales: Facebook (@espaciopsicofamiliar),Instagram(@espaciopsicofamiliar) y Twitter (@espaciopsicofamiliar).