Cómo fomentar la autoestima
La autoestima es básica para el desarrollo de los niños/as ya que esta influirá en el aprendizaje, en las relaciones sociales, etc. La autoestima es una de las herramientas fundamentales en las que si podemos incidir los padres y que les ayudaran ara enfrentarse a diferentes situaciones y tomar decisiones.
Como ya os mencionamos en el post anterior la autoestima se va conformando a través de las relaciones que establecemos desde bien pequeños con nuestro entorno. Así es, si el niño o la niña confían en sus propias capacidades y habilidades ira desarrollando una buena autoestima.
Como padres debemos actuar para ofrecer a nuestros hijos la posibilidad de crear una autoestima adecuada. En primer lugar tener una práctica de buenos hábitos, rutinas adecuadas y relaciones funcionales.
Aspectos a tener en cuenta para fomentar la autoestima
Somos modelos: los padres son modelos de sus hijos, es por ello que debemos actuar en consecuencia delante de los peques, la forma en la que nos relacionamos con los demás, como afrontamos las situaciones, como asumimos nuestras responsabilidades y como nos valoramos a nosotros mismos.
Resolución de conflictos: debemos escuchar a los más pequeños, dejar que se exprese y no reprimir sentimientos de ira o tristeza, todas las emociones son buenas y nos ayudan a aprender. Hay situaciones con los peques que os suelen llevar al conflicto, no se trata de darles todo lo que nos piden para evitar el conflicto, sino de saber poner límites con amor y respeto y resolver los pequeños conflictos del día a día escuchando, dialogando y sabiendo optar por la opción más correcta siendo así educativa.
Valorar y reforzar las conductas positivas: debemos saber valorar tanto con palabras, miradas… los logros de los peques, ya sea por conductas que nos parecen correctas como el esfuerzo que ponen en los objetivos. Es fundamental el refuerzo positivo y valorar la constancia del peque cuando se esfuerza a pesar que no logre el éxito del objetivo.
No etiquetar: debemos tener cuidado con las palabras o sensaciones que transmitimos. Muchas veces los peques tiene comportamientos que no nos gustan, ellos/as están aprendiendo, tiene emociones y es normal que se enfaden y tengan conductas que no nos gustan. Este comportamiento nos suelen llevar a perder la paciencia y el autocontrol, cuando estamos al límite lo que solemos hacer es poner etiquetas como “es malo, es vago, no sabemos qué hacer contigo…” No debemos darle ese feedback de sí mismo, las palabras que decimos hacen que estos creen una imagen errónea de sí mismos. Debemos ajustar bien nuestras palabras a las diferentes situaciones, está bien no aprobar un comportamiento que creemos erróneo pero siempre debemos hacerlo con respeto.
Ajustar las expectativas: a veces sin darnos cuenta exageramos muchas de las hazañas, logros o habilidades de los niños e incluso hacemos comparaciones desmesuradas, esto puede implicar a veces todo lo contrario y que los niños/as se sientan frustrados. Debemos ser realistas y ajustar las palabras con las que calificamos a los peques.
Ofrecer responsabilidades: es importante que los peques también participen de las tareas del hogar e incluso permitirle tomar algunas decisiones. Está bien que el niño o niña sienta que su participación es importante y que las pequeñas responsabilidades que tiene dentro de la familia potencien y fortalezcan su autoestima.
Por último es importante recordaros que debemos escuchar mas a los peques, debemos dialogar, siempre a su nivel, y evitar las comparaciones con los otros.
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