Cómo comunicar la muerte de su mascota
Nos habéis preguntado varias veces cómo actuar y cómo comunicarle a los hijos la muerte de una mascota. En este post resolvemos algunas de las dudas. Esperamos que os sirva de gran ayuda.
Hablar con los más pequeños sobre la muerte es algo complicado. Nunca resulta agradable abordar estos temas debido a su delicadeza y enorme carga emocional. Desde Espacio Psicofamiliar, respondemos a las preguntas más demandadas sobre este tema.
¿Cómo lo comunicamos?
Debemos ser claros a la vez que mostramos empatía. Lo conveniente sería escoger un momento en el que el niño esté tranquilo y en el que nosotros dispongamos todo el tiempo necesario para abordar este tema sin prisas. Lo más probable es que sea su primera experiencia con la muerte y hay mucho que explicar.
Es importante no engañarle ni crearle falsas expectativas. Decirle que su mascota está dormida puede crearle confusión o incluso temor al irse a dormir por si ya no despierta. Expliquemos con sinceridad lo ocurrido y ayudémosle a gestionar sus emociones. Es muy probable que llore, se enfade e incluso se sienta culpable. Conocemos casos que han sentido celos de sus amigos que todavía disfrutan de sus mascotas, que se enfadan y que se niegan a escuchar. El duelo es diferente en cada persona y debe elaborarse para poder seguir adelante.
¿Es normal que mi hijo no llore al recibir la noticia?
Como hemos dicho, cada niño elabora el duelo por la pérdida de una mascota de una forma diferente. Hay niños que tienden a mostrar sus emociones de una forma más discreta. En estos casos, debemos ayudarle a exteriorizar aquello que siente, ya sea mediante dibujos, cuentos o canciones. Fijarnos en los cambios de comportamiento a partir de la muerte de una mascota será clave para detectar su tristeza.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de mascota. Aunque todos los seres vivos son importantes, hay algunos que dejan más huella que otros. Hay que valorar el nivel de cariño que sentía el niño por esa mascota y nunca juzgar su nivel de tristeza.
¿Es bueno mentirle para evitar hacerle sufrir?
Son varias las mentiras que podemos decir a un niño cuando se le muere una mascota. Mentirle en este tipo de situaciones puede crear mucha incertidumbre y espera que nunca se verá resuelta. No le podemos decir que está en el hospital de perritos, que se ha ido a buscar a sus hermanitos o que ha salido a pasear. Cualquiera de estas situaciones hará que el niño espere su regreso, un regreso que nunca llegará y que provocará que siempre lo espere, evitando así el cierre de esa etapa.
Mi hijo tiene 4 años, ¿debo decírselo?
A todos los niños hay que decirles que su mascota ya no está con ellos pero debemos adaptar la forma de decirlo al nivel de desarrollo y conocimientos de cada niño.
Para los niños de hasta 5 años (aproximadamente), la muerte es algo reversible, es decir, según ellos, puedes estar muerto un rato, y después revivir. Debemos contarle la situación de una forma muy explícita, haciendo hincapié en que ya no siente, no ve, no se mueve, etc. ya que de lo contrario, podemos inducir a error. Así mismo, aunque para nosotros también resulte doloroso, debemos contestar a todas las preguntas que nos formule. Tengamos en cuenta que él o ella no ha tenido experiencias relacionadas con la muerte y que es algo que está descubriendo de una forma muy dolorosa.
¿Le compro otra mascota?
Todas las experiencias nos ayudan a aprender. No debemos arrebatarle situaciones que pueden provocar un aprendizaje. La muerte de una mascota nos enseña que la vida es efímera y hace resaltar el amor, cariño y aprecio que sentimos por los demás. Como hemos dicho en otras ocasiones, no solo las emociones positivas son buenas. Debemos dejarles sentir tristeza para que aprendan a entender y gestionar esta emoción.
Comprarle otra mascota sin dejar un tiempo de espera, suprimirá ese tiempo de reflexión en el que el niño echará de menos a su perrito, recordará cómo jugaba con él, lo que suponía para él, etc. Por este motivo recomendamos esperar unas semanas antes de adquirir una nueva mascota.
¿Cómo puedo ayudarle a elaborar el duelo?
En estas situaciones de pérdida, como en otros muchos casos, los niños necesitan saber que lo que sienten es normal y que a su papá y mamá les pasa lo mismo. Debemos ser comprensivos y poner palabras a todo lo que sienten. Recordar a la mascota, ver sus fotos, dibujarlo y tenerlo presente y hablar con amiguitos a los que les haya pasado lo mismo le ayudará a asimilar la situación y a elaborar el duelo.
Después de la muerte de su mascota, mi hijo se orina en la cama.
Los cambios bruscos y la enorme carga emocional que supone la pérdida de una mascota pueden influir en su comportamiento. En algunos casos se observan regresiones a nivel madurativo que se solucionan una vez elaborado el duelo. Se trata de una situación de pérdida, estrés y tristeza que descoloca al niño de forma temporal. En estos casos hay que ser comprensivos, recordarle al niño que está en un lugar seguro, que lo entendemos y lo apoyamos.
Desde Espacio Psicofamiliar nos gustaría recordaros que, si no habéis seguido alguno de estos consejos, no pasa nada. Sabemos que todo lo que hacéis por vuestros hijos e hijas es desde el amor y el cariño, evitando dañar sus sentimientos de la mejor forma posible. Así que no os preocupéis si le habéis dicho a vuestro hijo en algún momento que su mascota se fue de viaje, lo acabará entendiendo s a medida que vaya creciendo. Solo se trata de algunos consejos para los que todavía no han pasado por esta situación.
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