Crea tu pelota sensorial
En este post os mostramos cómo se hace una fantástica pelotita sensorial y cómo nos puede ayudar a nivel físico y emocional. En el mercado seguro que encontráis otras muy similares pero es mucho más divertido hacerla en casa, personalizada y con lo más pequeños. ¿Te animas a hacer una tan chula como la nuestra?
Materiales
Para hacer esta pelota sensorial tan solo necesitamos:
- 3 o 4 globos normales
- Una botella pequeña de plástico vacía y bien seca
- Arroz
- Tijeras
¿Cómo se hace?
Primer paso: abrimos la botella de plástico y llenamos de granos de arroz. La cantidad de arroz necesaria variará dependiendo de las pelotitas que queráis hacer. Para una pelota bastará con media botella mini de arroz. Podéis hacerlo con la mano o con una cuchara. Para evitar que se salieran muchos granos fuera, nosotras improvisamos un embudo con papel de aluminio pero podéis usa uno de plástico o prescindir de él.
Lo importante de este paso es que el niño o la niña entrene su motricidad fina trasladando los granos de un recipiente a otro. Además, podemos fomentar el hábito de la limpieza prestando cuidado a no tirar demasiados granos de arroz al suelo y recogiendo los que se hayan escapado.
Segundo paso: cerrar la botella y hacer un orificio en la base de la misma. Es importante que este paso lo realice un adulto ya que si se hace con la punta de las tijeras es probable que resbale. No es necesario que el orificio sea grande, simplemente que permita pasar el aire.
Tercer paso: abrir la botella e introducir en la boca del globo tal y como se muestra en la imagen.
Cuarto paso: soplar por el orificio de la base para que el arroz se introduzca en el globo. Dependiendo de la cantidad de arroz que se introduzca la pelota será más grande o más pequeña. Este paso pueden realizarlo los pequeños y además estimulará su musculatura orofacial, encargada de la expresión de la cara y la correcta pronunciación de los sonidos.
Quinto paso: cerrar el globo y cortar el sobrante. A continuación, cortamos la boca de 2 o 3 globos más y los añadimos a la pelota para que sea más resistente.
¡Y listo! Ya tenéis hecha vuestra pelota sensorial para la gestión emocional.
¿Cómo usamos esta pelota?
Esta pelotita tiene varios usos:
Al manipularla trabajamos la motricidad de la mano fortaleciendo los músculos de la misma y del antebrazo. Este tipo de ejercicios son muy beneficiosos antes y durante el aprendizaje de la escritura ya que permitirá a los pequeños ser conscientes de los movimientos y evitar que se cansen demasiado al mantener la posición cogiendo el lápiz.
También puede ser de gran ayuda en los momentos de gestión emocional. Cuando un niño se siente nervioso, no puede mantenerse quieto o está rabioso, puede manipular esta pelota para calmar sus emociones mientras fomentamos la reflexión, el autoconocimiento, el reconocimiento, la gestión y la expresión de emociones.
Por último, también puede hacer uso de pelota convencional en dinámicas de grupo (para establecer el turno de palabra) y para permitir diferentes juegos que requieran de este recurso.
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