Cómo escoger las actividades extraescolares

 

Las actividades escolares son aquellas que se realizan después del horario escolar. Ayudan a complementar la formación recibida en el aula, a desarrollo de nuevas habilidades y destrezas y favorece la comunicación y socialización entre niños y adolescentes.

A principios de curso, nos encontramos con muchas mamás y papás preocupad@s por esta situación. En ocasiones, es difícil saber qué tipo de actividad extraescolar es la que mejor se adapta a su hijo o hija. Otra cuestión con la que también nos encontramos es el tema de la organización y el horario. En este post respondemos a algunas preguntas relacionadas con las actividades extraescolares.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger la actividad extraescolar?

El abanico de actividades disponibles en cada centro o zona varía mucho. Debemos dejar a los pequeños que nos indiquen qué actividades le motivan más de todas aquellas que se ofrecen en su entorno. Es importante tener en cuenta sus gustos e inquietudes para poder fomentar el compromiso de asistencia y dedicación durante todo el curso.

Una vez que el niño nos haya indicado qué es lo que más le interesa, tendremos en cuenta la disponibilidad, la compatibilidad horaria, la adecuación de la actividad a su edad y nivel de desarrollo, el precio y la implicación necesaria.

¿Es imprescindible que mi hijo haga actividades extraescolares?

No es estrictamente necesario que un niño haga actividades extraescolares después de clase. No obstante, sí que es recomendable debido a los beneficios que comportan. El hecho de apuntarse a una actividad extraescolar nos aporta una rutina y continuidad pero también se puede substituir con visitas periódicas al parque, a la biblioteca, etc. También deberemos tener en cuenta el horario de nuestro hijo o hija y el tiempo que necesita para hacer las tareas escolares y jugar.

¿Cuántas actividades extraescolares se recomienda realizar?

Más que el número de actividades, es importante tener en cuenta el número de días que ocupan en la rutina de los niños. No olvidemos que, además de las clases y las actividades, los niños necesitan tiempo para hacer los deberes, descansar, relajarse y lo que es más importante: JUGAR. Por tanto, como cifra aproximada, se recomienda que las actividades extraescolares no ocupen a los niños más de dos o tres tardes a la semana. De lo contrario podemos provocarle ansiedad debido a que no dispone del tiempo suficiente para cubrir todas las necesidades que hemos comentado.

¿Cómo se si realmente le gusta la actividad a la que le hemos apuntado?

Si el niño está contando los días para volver a hacer esa actividad, habla de ella de una forma positiva y se le ve alegre mientras la realiza, podemos decir con seguridad que la está disfrutando. Si por el contrario el niño percibe esa actividad como una obligación y le da pereza ir, se muestra desmotivado o verbaliza que no le gusta, deberemos hacerle caso.

¿Qué pasa si no nos ponemos de acuerdo en las actividades a realizar?

En muchas ocasiones, padres e hijos entran en discusión a causa de este tema. En estos casos lo mejor es llegar a un acuerdo, siempre que sea posible. Por ejemplo, puede escogerse una actividad de aprendizaje (p.e. inglés) y otra deportiva (p.e. danza). Lo que es importante recordar es que las actividades extraescolares sirven para complementar y fomentar de desarrollo de diferentes habilidades siempre que los niños estén motivados y predispuestos para ello. Por eso mismo, si queremos que nuestro hijo haga inglés pero él no está motivado para ello, lo más probable es que sus resultados no sean los esperados. Fomentemos actividades que les permitan divertirse y desconectar a la vez que alcanzan sus objetivos.

¿Es correcto castigar a mi hijo sin ir a la actividad extraescolar?

No es recomendable hacerlo ya que asistir no es ni un premio ni un castigo. Es un compromiso que él mismo ha  asumido al inscribirse. Para lograr los objetivos marcados es importante la asistencia regular y su correcta implicación.

Os dejamos el link al post Castigar no es educar para más información sobre este tema.

¿Qué beneficios concretos aportan las actividades extraescolares?

Cada actividad tiene sus beneficios que, a su vez, difieren según las necesidades de cada niño. Igualmente, os dejamos algunas ideas para orientaros en la búsqueda de la actividad extraescolar más adecuada:

• Deportes de equipo (fútbol, baloncesto, balonmano, etc.): favorecen las habilidades sociales, el trabajo en equipo, la implicación y la inclusión, además de los beneficios físicos típicos de cada deporte.

• Deportes individuales (tenis, pádel, etc.): favorecen la relación en niños más tímidos. Se trata de una buena forma de iniciar el contacto con otros niños mientras guarda su espacio personal en el juego individual. Igualmente se trabaja la gestión emocional, la tolerancia a la frustración y el seguimiento de normas.

• Gimnasia rítmica, baile, etc.: fomenta el seguimiento del ritmo y la cohesión grupal. Se trabaja el autocontrol y la conciencia corporal de una forma muy artística. En ciertos tipos de danza hay que vigilar con los estereotipos corporales, sobretodo en adolescentes.

• Artes marciales: ayuda a fomentar y poner en práctica el autocontrol, el control de la impulsividad y la gestión emocional. Muestra muchos beneficios en niños con déficit de atención.

• Yoga: promueve la gestión emocional y relaja a los niños más inquietos. Fomenta el autocontrol, la atención y la superación personal.

• Actividades artísticas (música, teatro): ayuda a disminuir la timidez y a superar retos progresivos. Se trata de una forma muy adecuada de superar los miedos y fomentar el desarrollo personal.

• Idiomas: fomenta el descubrimiento de nuevas lenguas y culturas. Se recomienda en niños con dificultades de aprendizaje siempre se que utilice una metodología lúdica y sin presiones. De lo contrario, podría ser contraproducente.

• Actividades tecnológicas (robótica, fotografía, etc.): se centra en el descubrimiento, la experimentación y la manipulación. Muy recomendable para los niños ya que se trabaja la atención, la memoria y el razonamiento de una forma muy motivadora.

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