La importancia del gateo
Cuando un niño empieza a gatear (aproximadamente a los 9 meses) quiere decir que tiene asumidas una serie de conexiones neuronales. Previamente ha aprendido a darse la vuelta, arrastrarse, etc. El gateo es una etapa del desarrollo que le ayudará a prepararse para las siguientes.
Debemos fomentar el gateo y no impedírselo así que a partir de cierta edad no debemos dejar a los pequeños en los típicos parques o gimnasios ya que estos impiden el movimiento. Para estimular el gateo debemos dejar cosas a su alrededor (juguetes o cosas que le llamen la atención) y permitir que el bebé vaya en su busca.
Gatear es un acto complejo que implica la coordinación de los dos hemisferios cerebrales. El bebé irá experimentando a base de ensayo y error el gateo y los ajustes posturales. Se relaciona el acto de gatear con la inteligencia puesto que, cuando un bebe gatea, obtiene nueva información a través de todos los sentidos consolidando las bases que posteriormente le ayudarán a manejar el espacio a nivel mental. El movimiento libre proporciona al niño diversos y diferentes problemas que deberá solucionar haciendo uso de su inteligencia.
Beneficios del gateo
Coordinación: se establece el patrón cruzado, utiliza una mano y la pierna contraria para gatear lo cual fomenta la maduración cerebral entre los dos hemisferios.
Desarrolla la visión: el gateo estimula la coordinación óculo-manual y la percepción espacial.
Conciencia corporal: fomenta la integración de la conciencia corporal, el bebé reconoce su cuerpo y dónde se encuentra respecto a los objetos que tiene alrededor. Aprende a entender el mundo que le rodea conociendo las distancias.
Fortalece el tono muscular: se fortalece el eje de las caderas y hombros, los músculos ganan tono y esto le ayudará posteriormente a la marcha.
Lateralidad: ayuda a consolidar la lateralización y a la adquisición de destrezas visuales necesarias para el posterior aprendizaje.
Habilidad: puesto que el gateo es en el suelo, ayuda al niño a adquirir habilidades para evitar golpes apoyando las manos correctamente cuando camina.
Autonomía: el gateo proporciona al niño la decisión de desplazarse más o menos lejos de sus padres, así puede explorar y favorecer la toma de decisiones mediante la independencia física.
Velocidad de procesamiento de la información: estimula el cuerpo calloso y establece conexiones neuronales entre ambos hemisferios cerebrales.
Recordemos que es importante respetar el ritmo de cada niño, no forcemos posiciones o situaciones para las que no están preparados. Sobretodo remarcamos la importancia de no cogerlos por los brazos para que anden porque creemos que ya le toca.
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