La libreta viajera
Suele ser muy difícil la comunicación entre padres y profesores cuando tenemos un alumno/a que mantiene tener conductas disruptivas. ¿Por qué? Para empezar no es bueno que cada día, cuando nos encontramos en la recogida de los peques en el cole, la profesora o profesor nos comente algo que ha sucedido ya que al final siempre se habla del mismo niño/a y no es un buen reforzador de la conducta positiva e incide en el autoconcepto. Por otro lado, también es difícil para la profesora o el profesor atender a todas las demandas de los padres y especificar en menos de 1 minuto lo sucedido.
¿Qué podemos hacer?
Es primordial que haya una buena comunicación con el objetivo de ayudar a los pequeños, por eso os proponemos crear la “Libreta Viajera” ya que nos servirá para saber e identificar, tanto los padres como los niños/as, como es su comportamiento en diferentes ámbitos.
¿Para qué sirve la “Libreta Viajera”?
La finalidad de la libreta es dar un refuerzo al niño/a y fomentar un cambio en aquellas conductas no deseadas.
Los niños/as que utilizan este tipo de libreta se dan cuenta de la implicación tanto de la propia familia como de la escuela centrada en él o ella. Además, de esta forma los pequeños también son participes de la propia libreta y de la búsqueda de soluciones prácticas.
¿Cómo hacer una “Libreta Viajera”?
Compraremos una libreta, a poder ser que la escoja el propio niño/a, y la decoraremos con su nombre, también podemos incluir alguna foto. Le explicaremos el funcionamiento de la libreta y le animaremos a realizarla de forma diaria, diremos que así podemos averiguar todo aquello que hace súper bien y que si hay alguna cosa o conducta que no ha sido positiva deberemos encontrar la solución.
¿Qué debemos anotar en la “Libreta Viajera”?
En la libreta anotaremos aquellas conductas, tanto en casa como en la escuela, con las que nos sentimos súper orgullosos, esto es importante y depende de cada niño/a. Por ejemplo, las conductas positivas pueden ser: un abrazo a un compañero, haber encontrado una solución a un conflicto con otros niños, una idea ingeniosa, un juego divertido con el que se lo ha pasado bien, un gesto cariñoso hacia algún familiar, etc. En resumen, todas aquellas conductas que creemos que sean correctas y queremos que sirvan como un reforzador positivo. Podemos acompañar, si tenemos tiempo y recursos, todo lo anotado con alguna foto del momento en concreto.
Por otro lado, cuando se haya dado una conducta/rabieta que no ha estado bien, la anotaremos y pediremos al propio niño/a que busque cual sería la solución o como debería haber actuado, se trata de anotar las emociones que ha sentido y como evitar que se repitan. Debemos tener en cuenta que no debemos llenar la libreta de aspectos negativos sino de conductas positivas. Cuando la libreta llegue a casa o la escuela, ésta debe ser revisada conjuntamente y le felicitemos por aquellas conductas positivas expresando una emoción o estado acorde.
¿A dónde viaja la liberta?
La libreta en principio es para ir de casa a la escuela, pero puede viajar también a casa de los abuelos, a alguna actividad extraescolar, a casa de una amiguito o amiguita, al comedor de la escuela… Puede ir a todos aquellos lugares donde haya adultos dispuestos a ayudar y participar en el desarrollo del pequeño/a.
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