Lateralidad cruzada: definición, detección y dificultades

lateralidad cruzada

Hoy os hablamos de la lateralidad cruzada y el porqué se asocia a diferentes tipos de dificultades.

La lateralidad es la especialización de los hemisferios y  hace referencia al predominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro. Esto supone la superioridad que un hemisferio cerebral ejerce sobre el otro.

El cerebro está dividido por un eje corporal longitudinal en dos hemisferios. La lateralización será una etapa más del proceso de maduración del sistema nervioso, en el cual la dominancia de un lado del cuerpo sobre el otro dependerá del predominio del hemisferio predominante en cada persona.

Para determinar qué lado es el predominante, nos fijaremos en la mano, el pie, el ojo y el oído. De esta manera, las personas diestras son aquellas que usan su lado derecho en el uso de todas estas partes del cuerpo, mientras que una persona zurda será aquella que use su lado izquierdo.

Lateralidad Cruzada

La lateralidad cruzada es cuando las funciones relacionadas con la mano, el pie, el ojo y el oído no son homogéneas, es decir, no residen todas en el mismo hemisferio. Por ejemplo: izquierda para manos y derecha para vista.

Cuando un niño/a presenta este tipo de lateralidad cruzada, por lo tanto que la predominancia no está en el mismo lado para todo, suele presentar problemas en la etapa escolar, ya que puede tener más dificultades para leer, escribir, etc. Cuando detectamos que hay estos problema es importante hacer un diagnóstico diferencial para ver si son problemas de inatención, percepción o bien de lateralidad cruzada.

¿Cómo detectarla?

Además de poderse detectar porque observamos problemas en la etapa escolar, podemos hacer una prueba para saberlo. Se trata de una serie de pruebas en las que debemos fijarnos cuál es la parte (izquierda o derecha) que utiliza. Podemos realizarla a partir de los 5 años (aunque puede definirse algo más tarde):

Ocular: mirar a través de un rollo de papel (como si fuera un telescopio) cogiéndolo con las dos manos, mirar por una cerradura o por la mirilla de la puerta, guiñar un ojo, etc.

Podal: chutar una pelota, hacer rodar con el pie un objeto por el suelo, saltar a la pata coja, bajar las escaleras, etc.

Manual: lanzar una pelota, cepillarse los dientes, coger un vaso, pintar o escribir, etc.

Auditiva: acercar el oído a una puerta para escuchar, contarle un secreto (para ver que oído nos ofrece), escuchar un reloj, etc.

Al realizar cada una de estas acciones, nos fijaremos en qué lado usa. Es importante hacer más de una actividad ya que puede ser que para alguna acción en concreto le sea más fácil usar el otro lado aunque no sea su dominante por razones de espacio, movilidad muscular o aprendizaje por imitación.

Os aconsejamos apuntar los resultados en un papel para valorarlo más fácilmente y no olvidarnos ningún dato. A continuación, podemos tomar la siguiente leyenda como referencia:

Tipos de lateralidad

  • Diestro: predomina ojo, pie, mano y oído derecho
  • Zurdo: predomina ojo, pie, mano y oído izquierdo
  • Lateralidad cruzada: pie, oído, ojo y/o mano de distinto hemisferio. Podemos diferenciar:
    • Cruce visual: predomina el ojo del lado contrario del resto de referencias.
    • Cruce manual: predomina la mano del lado contrario del resto de referencias.
    • Cruce podal: predomina el pie del lado contrario del resto de referencias.
    • Cruce auditivo: predomina el oído del lado contrario del resto de referencias.
  • Zurdería contrariada: su lado dominante es el izquierdo pero usa el lado derecho por referencias sociales o culturales. Esto cada vez es menos habitual.
  • Ambidextrismo: uso indiferenciado de ambos lados por falta de definición.

Si el niño o niña utiliza indistintamente un hemisferio u otro (después de repetir la prueba varias veces) quiere decir que aún no está definida la lateralidad o bien que tiene una lateralidad mixta utilizando con la misma habilidad la parte izquierda o derecha.

A continuación te presentamos unas imágenes a modo de resumen de los tipos de lateralidad:

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Dificultades asociadas a la lateralidad cruzada

La lateralidad cruzada puede comportar ciertas dificultades en algunos niños. A continuación te mostramos cuales son las más comunes:

  • Dificultades de aprendizaje que se observan en lectura, escritura o cálculo. Los niños con lateralidad cruzada tienen una mejor comprensión a nivel oral que por escrito, es normal que la lectura sea más lenta. También es común encontrar giros en las letras y números y confusión entre letras con una grafía similar.
  • Dificultades en orientación espacial y temporal, confusión entre izquierda derecha.
  • Dificultad de coordinación, mayor lentitud en reflejos inmediatos en actividades manuales.
  • Puede distraerse con mayor facilidad, cuesta mantener la atención y concentración.
  • Pude presentar problemas de autoestima y desmotivación.

¿Has detectado que tu hijo tiene lateralidad cruzada?

Si has realizado las acciones que te hemos presentado más arriba y has detectado que tu hijo o hija puede tener lateralidad cruzada, te recomendamos que acudas a un especialista para valorar si esto le influye en su aprendizaje o en su desarrollo. Él puede estimular ciertas áreas que aumentarán la velocidad de reacción, mejorando así en muchas de las dificultades anteriormente descritas. Igualmente, te ofrecerá pautas para trabajar en casa y acelerar el proceso.

Igualmente, te recordamos que tenéis a vuestra disposición nuestro servicio gratuito de asesoramiento, en el que puedes hacernos tus consultas más concretas. Te responderemos encantadas. Así mismo, esperamos vuestras ideas, dudas y sugerencias en el apartado de comentarios. Nos vemos en Facebook (@espacio Psicofamiliar) y en Instagram (@espaciopsicofamiliar).

 

 

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