Si me pegan… ¿pego?

 

pego

Teníamos muchas ganas de escribir y reflexionar acerca de un tema que suele ser muy habitual y que nos preocupa: “mis padres me dicen que si me pegan yo pegue”.

Hablamos de situaciones aisladas en niños pequeños y como resolverlas, no de acoso escolar, para el que la solución debería ser diferente.

Debemos tener en cuenta que los pequeños/as suelen reaccionar con conductas agresivas entre ellos, patadas, pellizcos, etc. Estas conductas aparecen cuando a un niño/a le privan de algo que desea. La respuesta agresiva ante esta privación es un recurso aprendido, por norma general, de forma involuntaria. Suele ser una conducta que al niño le da resultados consiguiendo lo que desea y son los padres los encargados y responsables de saber reaccionar correctamente para no fomentar este tipo de conductas. Para ello debemos reforzar las conductas positivas  prestándole nuestra atención.

¿Qué hacemos si vemos que pegan a nuestro hijo?

Esta es una situación muy común en los parques infantiles, nuestro hijo está jugando con otro niño y observamos como le pegan. Ante esta situación tan cotidiana le haremos saber que esa respuesta agresiva no es correcta, que no nos gusta la agresión  y les alejaremos de la situación en concreto razonando. Es evidente que, en el caso de que la otra madre estuviera de acuerdo, podríamos solucionarlo entre todos, pero muchas veces es una situación complicada. Hablaremos con nuestro hijo para razonar la conducta y expresar nuestra desaprobación de la agresión alejándolo de la escena.

¿Qué debemos hacer cuando nos dice que en el colegio le han pegado?

Cuando un niño llega a casa después de su jornada escolar y nos dice que le han pegado lo primero que debemos hacer es creerle, puesto que de esta forma fomentaremos la confianza. Acto seguido  le ofreceremos nuestro apoyo para poder resolver la situación.

Evidentemente, la primera herramienta fundamental que debemos transmitir es la de  pedir ayuda a su profesor/a contándole la situación. Pero acudir a la maestra o el maestro no es siempre la solución única, ya que el niño tiene que, en parte, ser agente activo de resolución de conflictos, además de acudir al maestro/a.

Debemos trasmitir al niño que puede escoger con quién quiere y con quién no quiere jugar. En el caso de que un niño/a le pegue, debe decir: “esto no me gusta”, “no”, “deja de pegarme”, etc. Si la situación continua debemos decirle que acuda a su maestra/o para que tenga conciencia de lo que está ocurriendo e intente mediar la situación e intentar saber qué es lo que está pasando.

Nunca debemos decir “si te pegan, pega”, ya que antes de llegar a ese punto existen posibles soluciones más pacíficas. Podemos ofrecerle como  que intente defenderse o bien con palabras, como las que ya hemos mencionado, alzando los brazos para apartar al otro niño (sin pegar), o bien,  marcharse del lugar donde esta sucedido la agresión.

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