Permanencia del objeto: qué es y qué juegos favorecen su desarrollo
El concepto de permanencia del objeto hace referencia al conocimiento que tenemos de que los objetos tienen una existencia a pesar de no poder verlos o percibirlos. Este concepto o conocimiento se desarrolla de forma gradual mediante la interacción que el bebe tiene con el medio, va creando y modificando creencias al establecer relaciones entre sus ideas, conceptos previos y la información proporcionada en su entorno en los dos primeros años de vida, según Piaget. Encontramos otros autores que indican una edad más temprana en la adquisición de la permanencia del objeto.
Este concepto tiene una relación muy estrecha con la forma en la que se adapta o no un niño ante la ausencia de sus padres, puesto que cuando no se encuentran presentes para el bebé dejan de existir. Cuando el niño interiorice y elabore correctamente el concepto de permanencia del objeto, habrá mayor probabilidad de que acepte y se adapte a la ausencia de sus padres, puesto que será consciente de que estos van a volver aunque en ese momento no los pueda percibir. Esto no quiere decir que cuando un niño ha logrado la permanencia del objeto no llorará cuando no estén presentes sus cuidadores, la ausencia también les duele pero por lo menos saben que no se irán para siempre.
¿Cómo desarrollar la permanencia del objeto?
A continuación presentamos una serie de juegos de interacción para que el proceso de adquisición de la permanencia del objeto adquiera una buena calidad de aprendizaje y así divertirnos estimulando a los más pequeños.
- Jugamos al “cucutrás”: el adulto se oculta detrás de sus manos o con algún pañuelo cubriendo su cara diciendo “cucu”, y al quitárselo dirá “tras” para sorprender al niño. Podemos variar el juego escondiéndonos detrás de puertas, cortinas o incluso tapándole la cara al bebé para destaparla inmediatamente, de esta forma favorecemos también el desarrollo de la coordinación óculo-manual.
- El túnel: ataremos un objeto pequeño a una cuerda y lo haremos pasar por dentro de un rollo de papel de cocina o también podemos cubrirlo con un pañuelo. Le enseñaremos al bebé como metemos el objeto dentro del “túnel”, estiraremos de la cuerda y cuando el objeto aparezca podemos decir “hola” y cuando vuelva al túnel “adiós”. Trabajaremos además de la permeancia del objeto, atención y lenguaje.
- Rueda pelota: dejaremos rodar una pelota bajo una mesa o una silla y diremos ¿Dónde está la pelota? será el bebé quien tenga que buscarla.
- Cajas: disponemos de varios elementos, pueden ser juguetes, frutas, etc. Animaremos al pequeño a que vaya metiéndolos dentro de la caja y después la taparemos. Animaremos al bebé a abrir la caja para descubrir lo que esconde en su interior.
- Escondite de objetos: le enseñamos varios juguetes al pequeño que esconderemos tapándolos con pañuelos, algunos los parcialmente tapados, que asome alguna parte del juguete. Animaremos al niño a que los busque, cada vez que encuentre un objeto haremos un buen refuerzo positivo felicitándole y animándole a que siga.
Esperemos que os haya gustado este nuevo post, no olvidéis que mediante el formulario de contacto y los comentarios de los posts podéis hacernos llegar todas las dudas, sugerencias, experiencias, etc. que queráis. Os epseramos en Facebook (@espacio psicofamiliar) y en Instagram (@espaciopsicofamiliar).