¿Qué es el TEA?

Las siglas TEA corresponden al Trastorno del Espectro Autista. Este nombre y categorización queda inscrito en el manual de Diagnóstico DSM V (última versión). En este manual se recogen los criterios diagnósticos y la clasificación de los trastornos mentales.

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que tiene su inicio en la niñez y perdura toda la vida. Las manifestaciones clínicas del TEA varían, depende de cada grado, como bien dice su nombre “espectro” diferentes personas con TEA pueden tener gran variedad de síntomas distintos. En el TEA se incluyen en el DSM V (2013) el síndrome de Asperger y el Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado.

¿Cuál es la causa?

En la actualidad se desconocen las causas del TEA, las diferentes investigaciones apuntan que tanto  un factor genético como ambiental juegan un papel muy importante. Afecta a 1 de cada 68 niños/as.

Aquí es importante mencionar toda la polémica que hay con las vacunas infantiles y el TEA. En los últimos años se han llevado muchas investigaciones acerca de la causa del TEA y como no, la relación entre las vacunas y la prevalencia de TEA. Las investigaciones apoyan la conclusión de que no existe una relación entre las vacunas y el  desarrollo de TEA, aun así son muchas las personas que apoyan una relación causal.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento en TEA se indica para maximizar las capacidades del niño/a  que le permitan aprender nuevas habilidades y desarrollarse. Recordamos que cuanto antes se inicia un tratamiento desde la niñez, mayor probabilidad de efectos positivos en los síntomas.

¿Cómo afecta el TEA?

El autismo es una condición que afecta cómo una persona ve y entiende el mundo que le rodea. La idea de un espectro autista, de que los rasgos autistas pueden situarse en un conjunto de continuos o dimensiones, tiene su origen en el estudio realizado por Wing y Gould (1979). La tríada de alteraciones en socialización, comunicación e imaginación son suficientes y necesarias para representar gran parte del comportamiento reconocido como específico y universal del autismo.

Muchos niños y adultos con Trastorno en el Espectro Autista (TEA) perciben de forma muy distinta los estímulos externos, estas alteraciones sensoriales pueden ser  por exceso o por defecto. Esta disfunción del procesamiento sensorial  repercute en la forma que el niño o niña  percibe el medio y se relaciona con él.

Estas manifestaciones clínicas y conductuales se presentan en un continuo en cuanto a grados y niveles. La diversidad de nivel intelectual va desde la discapacidad intelectual profunda, inteligencia normativa hasta la inteligencia superior.

Los niños y adultos que presentan este tipo de trastorno se caracterizan por la existencia de déficits en múltiples áreas (bio-psico-social), que conducen a una alteración difusa y generalizada de los procesos del desarrollo. El resultado es un retraso y una desviación de los patrones normales del desarrollo que afecta a tres áreas del comportamiento:

  • Alteración Cualitativa de la interacción Social
  • Alteración Cualitativa de la Comunicación
  • Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas, repetitivas y estereotipadas.

LAS TEORÍAS DEL AUTISMO

Existen varias teorías que se han propuesto explicar ciertas causas del comportamiento de los niños con autismo, con la finalidad de entender el comportamiento y el perfil psicológico, sin embargo, ninguna de ellas es exacta, ya que el espectro autista es muy amplio. A continuación se exponen las teorías más relevantes sobre el autismo:

  • Teoría de la mente

La teoría de la mente es  la capacidad para predecir y explicar la conducta de otros seres humanos en términos de su estado mental (Baron-Cohen, Leslie y Frith, 1985).

Es la capacidad de atribuir estados mentales a sí mismos y a los demás, se relaciona con el  TEA puesto que carecen de esta capacidad.

Esta teoría sostiene que las personas autistas carecen de esta capacidad que nos lleva a comprender el comportamiento social, no pueden descifrar el estado mental de otros y explica la tríada de alteraciones sociales, de comunicación y de imaginación.

  • Teoría de la disfunción ejecutiva

La disfunción ejecutiva puede entenderse como la habilidad para controlar la acción. Dicha habilidad requiere de una capacidad   para poder  hacer planes y ejecutarlos, o bien seguir el hilo de un tema o dejarlo, según se requiera Las funciones ejecutivas son un constructo, un ‘paraguas’ bajo el que se cobijan muchas y distintas funciones, como las habilidades de planificación, memoria de trabajo, inhibición y control de impulsos, cambio de foco atencional, flexibilidad, generatividad, iniciación y autorregulación de la acción, entre otras. Martos, Pérez (2011)

Esta disfunción de la función ejecutiva,  es característica de los pacientes que han sufrido daños en el cortex prefrontal. En relación con el TEA, Fisher y Happé (2005) plantean que los fallos que presentan quienes lo padecen, se deben principalmente a alteraciones del lóbulo frontal. Estas anormalidades están relacionadas específicamente con las funciones ejecutivas, entendidas como el conjunto de procesos encargados de la generación, monitorización y control de la acción y el pensamiento.

Como citan en su artículo Martos y Pérez “la investigación con técnicas de neuroimagen ha mostrado un desarrollo anormal de estructuras del lóbulo frontal, menor densidad de materia gris y anormalidades en el funcionamiento en regiones frontoestriatales   en los TEA.”

  • Teoría de la coherencia central débil

Las personas que sufren trastornos del espectro autista tienen problemas para integrar la información en un único todo a coherente y general. En cambio se centran en los detalles pequeños y locales de una escena. Mientras la mente neurotípica hace gala de una gran coherencia central buscando el quid de la cuestión, la mente autista tiene una coherencia central débil y es más tendente a fijarse en el detalle que a adoptar una perspectiva general. Baron-Cohen  (2008)

Esta teoría se debe originariamente a Frith (1989) y fue desarrollada con el fin de dar cuenta de las paradójicas disfunciones intelectuales que se daban en sujetos autistas, permitiendo que algunos individuos, con este trastorno, obtuviera un rendimiento fuera de lo común, en diversas pruebas de inteligencia.

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