¿Qué son las fobias?
La FOBIA ESPECÍFICA son un ejemplo de trastorno de ansiedad que son clasificados, según criterios oficiales del DSM-5 (American Psychiatric Association, 2014), como un miedo intenso y persistente, que es excesivo e irracional, y es desencadenado por la presencia i/o anticipación de un objeto o situación determinada. Aunque se suele responder evitando la situación, esta también se puede soportar con gran malestar, pudiendo llegar a causar crisis de angustia.
- Animal: miedo intenso a uno a más animales, sobretodo serpientes, arañas, insectos, gatos, ratas y pájaros.
- Ambiente natural: miedo causado por situaciones naturales como las tormentas, viento, alturas, agua o la oscuridad.
- Sangre-inyección-heridas: el temor aparece al visualizar la sangre y/o las heridas, al recibir inyecciones o hablar de intervenciones médicas, como analíticas o intervención quirúrgica. También incluye el miedo a los hospitales o centros médicos, como el dentista.
- Situacional: miedo a situaciones específicas como el trasporte público, túneles, puentes, ascensores, volar en avión, coches o lugares cerrados.
- Otro tipo: incluye situaciones como el vómito, el atragantamiento, adquirir una enfermedad, miedo a los espacios, ruidos fuertes o a las personas disfrazadas
«La fobia específica afecta a 1 de cada 10 personas»
Tener una fobia específica aumenta la probabilidad de tener más fobias a otros situaciones u objetos, o más miedos no especificados. Se calcula que el 7,7% de la población padecerá algún tipo de fobia durante su vida, siendo más vulnerables las mujeres y aquellos que tengan algún familiar que también sufra de miedo intenso o trastornos de ansiedad. El tipo más frecuente de fobia es la situacional, sobre todo con claustrofobia, después las ambientales, como las alturas, a la sangre-daño-inyección, y finalmente a los animales.
¿Qué puedo hacer si sufro alguna?
Las fobias no suelen desaparecer con el tiempo por sí mismas, por lo que es aconsejable que, si el miedo está interfiriendo en tu día a día, acudas a un especialista que pueda valorar, diagnosticar e intervenir en el problema para solucionarlo de manera más eficaz. El no tratar estas patologías puede llevar a la evitación de actividades de ocio i sociales, aislamiento y estados de malestar emocional agudo, sobretodo depresivos.
Cualquier tratamiento para superar las fobias incluirá el manejo de la ansiedad y algún tipo de exposición, es decir, el afrontamiento al desencadenante junto con estrategias de autocontrol; la diferenciación de este afrontamiento diferenciará el abordaje terapéutico. Los tratamientos psicológicos más investigados y eficaces son:
- Terapia de Exposición (modalidades en vivo, imaginación o en realidad virtual): consiste en una exposición gradual y repetida a la fuente de malestar, a los pensamientos, sentimientos y sensaciones asociadas hasta disminuir o habituar la respuesta exagerada de ansiedad y/o evitación, dejando de producir temor.
- Terapia cognitiva conductual: implica la exposición en combinación con otras técnicas terapéuticas, como algún tipo de relajación (tensión muscular aplicada para la fobia a la sangra), técnicas cognitivas para trabajar los pensamientos o creencias, o el modelado cuando tenga que ser necesario el aprendizaje de nuevas habilidades.
- EMDR (Eyes Movement Desensitization and Reprocessing): propuesta alternativa que consiste en una terapia breve y focal, de probada eficacia, consiguiendo resultados en un período más corto de tiempo. A través de los movimientos bilaterales se activa el sistema de procesamiento de la información, permitiendo acceder a memorias traumáticas y a los episodios fóbicos.
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