¿Se puede prevenir la demencia vascular?
Una de las consultas que más se repiten en nuestra área de neuropsicología es ¿se puede prevenir la demencia vascular? Escribimos este post para despejar algunas de las dudas más comunes, aunque si deseáis comentar vuestro caso en concreto, no dudéis en contactar con Espacio Psicofamiliar mediante el correo electrónico info@espaciopsicofamiliar.es o en la caja de comentarios de este artículo o en nuestras redes sociales.
¿Qué son las demencias vasculares?
Las demencias vasculares son el segundo tipo de demencia más frecuente, detrás de la demencia de tipo Alzheimer. Su origen reside en problemas en el la llegada de sangre al cerebro como, por ejemplo, derrames o coágulos.
Las personas que sufren un accidente cerebrovascular pueden tener secuelas y evoluciones diferentes. Lo más común es que el deterioro se produzca de forma escalonada, es decir, se mantienen los síntomas durante un tiempo y, de repente, bajan un escalón y empeoran.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los pacientes con demencias vasculares pueden presentar estos síntomas de forma conjunta o aislada dependiendo del la zona del cerebro afectada:
- Afectaciones en la velocidad de procesamiento: interpretación y uso lento de la información.
- Dificultades para concentrarse.
- Problemas de habla y comunicación.
- Debilidad física o parálisis en un hemisferio del cuerpo o en zonas concretas.
- Olvidos y problemas de memoria. Aunque no es uno de los primeros síntomas en aparecer, es uno de los que más suelen preocupar al paciente y a su familia.
- Confusión y desorientación.
- Cambios de humor y personalidad.
- Dificultad en la toma de decisiones.
- Razonamiento lógico incorrecto.
- Errores perceptivos.
- Inestabilidad o falta de equilibrio.
¿Se pueden prevenir?
La prevención de las demencias vasculares reside en el mantenimiento de la salud en un estado óptimo. Para ello, es importante realzar revisiones periódicas en nuestro médico de cabecera para detectar y tratar a tiempo problemas de salud como serían:
- La presión arterial alta.
- Problemas del corazón.
- Colesterol alto.
- Diabetes (sobretodo de tipo II)
Otros aspectos que pueden favorecer el riesgo de padecer una demencia vascular son:
- Tener antecedentes de derrame cerebral o enfermedades cerebrovasculares en familiares de primer grado.
- No realizar actividad física de forma regular.
Por lo tanto, mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico con regularidad podrían ser factores protectores de este tipo de accidentes.
¿Qué podemos hacer a nivel cognitivo?
La estimulación cognitiva precoz puede retrasar el tiempo de aparición de los síntomas. Mantener hábitos de lectura, hacer pasatiempos, aprender idiomas y/o música o tocar un instrumento, hacer puzles, jugar a juegos de mesa, etc. hace que nuestra red de conexiones neuronales aumente. Esto se traduce en una mayor rapidez en el procesamiento de la información.
En el caso de desarrollar una demencia, como nuestras neuronas tendrán muchas formas de acceder a la información (por que tendrán varios caminos formados por diferentes redes neuronales) será más difícil que se agoten las vías y no la percibamos o procesemos. De esta manera, retrasaremos la aparición de los síntomas.
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