Simon
Simon es un juego que tuvo un gran éxito durante la década de los 80 y que a día de hoy seguimos encontrando en el mercado. Seguramente sea debido sus grandes beneficios o bien a que es un juego que pone a prueba nuestros reflejos y capacidad de esfuerzo de una forma muy divertida. Sea el motivo que sea, Simon sigue siendo uno de los grandes juegos que capta nuestro interés.
El juego en su versión más antigua se compone de un disco electrónico con 4 caras de colores que se van iluminando emitiendo un sonido distinto para cada color. El jugador, ayudándose de su memoria visual y auditiva, debe repetir la misma secuencia de colores en el orden correcto, el cual va aumentando su nivel.
Desde el primer Simón han salido diferentes versiones, la última se trata de unas gafas (Simon Optix) en forma de casco, con idéntica funcionalidad. Los patrones de colores los vemos proyectados delante nuestro y en lugar de pulsar debemos pasar nuestra mano por delante de cada color frente a nuestros ojos.
Es un juego que solemos recomendar puesto que desarrolla muchas habilidades mientras nos divertimos. Es importante que cuando le presentamos este juego a un niño/a mostremos interés para acompañarlo. De esta forma el niño se verá más atraído por el juego.
Hoy en día podéis encontrar este juego de forma física en cualquier tienda de juguetes o bien tenemos la versión móvil para poder descargarlo. Bajo nuestro punto de vista, el juguete físico es mucho mejor, pero para los que no querías comprarlo o deseéis probarlo previamente a su compra, sabed que disponéis de varias versiones App gratuitas tanto para Android como para IOS. Se trata de un juego que se puede jugar tanto de forma individual como en grupo, cada uno tiene sus ventajas.
Variantes de juego
Se puede jugar en varias modalidades de juego. Si jugamos en solitario, competiremos con la máquina pero si participan más personas, podemos escoger cuál será el siguiente color a marcar. Esto permite desarrollar la creatividad y la planificación de los siguientes movimientos. Al principio veréis como los más pequeños tocan u color al azar mientras que, una vez han descubierto la estrategia, pulsarán colores con algún sentido o lógica internos para ellos.
El juego Simon supone una gran herramienta motivacional debido a la rapidez en la que se desarrollan las partidas. Podemos ofrecer jugar una ronda cada vez que haya acabado los deberes de una asignatura como refuerzo positivo mientras estimula sus capacidad de memoria.
No solo los pequeños deben jugar
El Simon, debido a su gran utilidad a nivel neuropsicológico, no solo se usa en la infancia. Resulta un gran aliado en el tratamiento y la prevención de demencias en adultos y se trata de la excusa perfecta de unir a personas de varias generaciones entorno a un mismo estímulo. Los beneficios que aporta se multiplican al jugar en grupo debido a la interacción positiva que se establece.
Para los adultos sanos también resulta un reto memorizar las secuencias del Simon. Por tanto, jugar con los más pequeños de la casa será tan gratificante como cualquier partida a un juego más complejo y todos se beneficiarán de una sesión de estimulación cognitiva de lo más divertida.
¿Qué habilidades estimula?
Como hemos mencionado, es un juego en el que debemos utilizar nuestra memoria visual, auditiva y de trabajo. Simón pone a prueba el ingenio y los reflejos de cada uno de sus participantes.
Además de la memoria este juego estimula:
- Precisión
- Atención
- Funciones ejecutivas
- Coordinación
- Resolución de problemas
- Frustración
- Capacidad de esfuerzo
- Desarrollo cognitivo
- Inteligencia
- Razonamiento perceptivo
- Motivación
- Superación
- Creatividad
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