Un juego multiaprendizajes
Hoy os presentamos un juego que puede servir para aprender muchísimos aspectos diferentes, ya sean letras, números, conceptos, etc. En este post os mostraremos cómo hacerlo en casa y cómo podemos usarlo para sacarle el máximo partido.
¿Qué necesitamos?
- Fieltro de colores
- Velcro
- Forro adhesivo o láminas y plastificadora
- Silicona caliente o pegamento instantáneo
- Paletas mata moscas (nosotras hemos usado unas con forma de animales).
- Hojas
- Tijeras
¿Cómo se hace?
Primero de todo hemos de decidir qué aprenderemos con este juego. Como hemos comentado anteriormente, puede ser cualquier tipo de aprendizajes. Una vez lo sepamos, recortaremos redondas de papel e incluiremos en ella el estímulo: sumas, vocales, preguntas sobre un tema de un libro de texto, etc. A continuación, los forramos o plastificamos y los reservamos para más adelante.
Por otra parte, dibujamos flores sobre el fieltro de colores y las recortamos. El número de flores que necesitamos variará en función del número de estímulos que queramos ofrecer. Cuantas más hagáis, más espacio necesitaréis para jugar.
Una vez hechas las flores y los estímulos, los pegamos con silicona caliente. Por el lado contrario añadiremos un trocito de velcro también cortado de forma redonda para que aparente el centro de la flor. Si habéis usado velcro adhesivo, recomendamos reforzarlo con pegamento o silicona. Si por el contrario habéis usado el velcro tradicional, será mejor coserlo para que aguante más.
Lo último será coger las paletas mata moscas y forrarlas con velcro. Cuanto más velcro le añadamos, más fácil será que se enganche la flor.
¿Cómo se juega?
El juego consiste en colocar todas las flores boca abajo, es decir, con el estímulo tocando al suele y dejando al descubierto la parte de velcro. Por turnos, el jugador golpeará una flor con su paleta y la girará, dejando así a la vista el estímulo.
Variantes de juego
Al principio del post os hemos dicho que se trataba de un juego multiaprendizajes. A continuación, os hacemos una pequeña lista de todo lo que podemos hacer con este recurso:
- Aprender las letras: colocamos las letras como estímulos en las flores y cada vez que gire una, deberá pronunciar su nombre o su sonido.
- Aprender los números: colocamos los números como estímulos en las flores y cada vez que las gire deberá decir su nombre. También puede copiarlo en un papel o en una pizarra para practicar su grafía.
- Correspondencia entre número y cantidad: a modo de memory, en unas flores añadiremos el número y en otra un dibujo que represente su cantidad. La tarea del niño será encontrar las dos; por ejemplo: el número 5 con el dibujo que tiene 5 coches.
- Preguntas varias: si el niño debe aprenderse un tema para un examen, una forma divertida de preguntar la lección será añadiendo las preguntas a las flores, de modo que al girarlas deba responderlas.
- Memoria: para entrenar la memoria, podemos hacer servir este recurso como variante del juego memory tradicional. Bastará con añadir dos estímulos iguales a las flores y encontrarlas.
- Vocabulario: si nuestro objetivo es ampliar el vocabulario del niño en un campo concreto, podemos añadir las imágenes correspondientes como estímulo en las flores. De esta manera, cada vez que las gire, deberá decir su nombre. Si queremos complicarlo más, podemos pedirle que diga una oración que incluya esa palabra.
- Ortografía: para mejorar este aspecto, bastará con incluir palabras bien escritas y con faltas de ortografía para que el niño, al girar la flor determine si es correcta o no. Para hacer más completa esta actividad, el niño puede decir por qué es incorrecta y como se debería escribir.
¿Se te ocurre alguna otra forma de aprovechar este versátil recurso?
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