5 normas imprescindibles al hacer los deberes

Muchas familias nos consultan por el tema de los deberes. ¿Es bueno que le ayude? ¿Debo corregirle yo los deberes para que no los lleve mal a clase? ¿Le castigo si se deja el material o no los hace? Estas son solo algunas de las preguntas que preocupan a las mamás y los papás de los niños que se encuentran en la etapa escolar. En este post os ofrecemos las 5 normas que debemos seguir para que nuestros hijos e hijas sean autónomos y responsables a la hora de hacer los deberes.

NORMA Nº1: NO AYUDARLE MÁS DE LO NECESARIO

En muchas ocasiones nos encontramos con padres que se sientan con sus hijos a hacer todos los deberes, sin importar si le cuesta o no. El objetivo principal de esta práctica suele ser asegurarnos de que hace todos los deberes y que los hace bien. Cuando hacemos esto, le hacemos llegar el mensaje de que no puedo hacerlo y/o que no confiamos en él.

Lo más adecuado es hacer un pequeño análisis de lo que debe hacer al principio de la sesión de deberes. Podemos apoyarnos en una pequeña lista del tipo:

1-Revisa lo que tienes que hacer.

2-Ordénalo de más fácil a más difícil.

3-Comprueba que tienes todo el material que necesitas (libro, libreta, lápices, etc.).

4-Ponte manos a la obra.

Es importante recordarle que puede contar con nosotros en el caso de que tenga alguna duda. La pregunta clave aquí es: ¿Cómo sabemos que realmente no entiende algo y no nos llama porque se aburre o quiere que estemos con él/ella todo el rato? Muy sencillo. Si no entiende algo, se tratará de un apartado concreto de un ejercicio o algún concepto de la lección. Recordemos que, si el profesor o profesora ha mandado esos deberes, es porque está convencido de que puede hacerlos solo/a en casa. Si nos encontramos con una hoja totalmente blanca, sin ningún intento de resolución o con un simple “no se hacerlo” debemos motivarle y animarle a buscar soluciones.

NORMA Nº2: DÉJALE HACER LAS COSAS POR SI SOLO

¿Cuál sería la peor consecuencia de que se dejara un apartado por resolver o un libro en casa? Todos sabemos que no se acabaría el mundo, seguramente solo recibiría una llamada de atención. Esta llamada de atención le serviría para recordar en las siguientes ocasiones que debe realizar todos los ejercicios o que es importante revisar la mochila antes de salir de casa.

Equivocarse es una gran herramienta para el aprendizaje. Si evitamos que se equivoque, le estamos privando de algo esencial de lo que aprenderá por su propia experiencia. Si lo permitimos, comenzará a responsabilizarse de sus tareas, a ser consciente de sus errores, a tolerar la frustración y mejorará su capacidad de esfuerzo. Durante las primeras sesiones de deberes podemos apoyarle recordándole lo que debe hacer para poco a poco, dejar que sea cada vez más autónomo en este aspecto.

NORMA Nº3: NO INTENTAR TAPAR / SOLUCIONAR SUS ERRORES

Si cada vez que el niño no hace un ejercicio le ponemos una nota en la agenda excusándolo ante la profesora del tipo “no lo entendía” o “no le ha dado tiempo”, le damos las respuestas a los ejercicios para que no los lleve sin hacer o mandamos un Whatsapp al grupo de “Mamis de 3ºA” para que nos digan lo que tocaba realizar, estamos haciendo un flaco favor a los más pequeños.

Si tapamos y solucionamos sus errores, nunca se preocupará por mejorar ni se sentirá responsable de lo que hace. Fomentaremos que no apunte los deberes en la agenda, “si total, luego mamá lo preguntará por el grupo y me lo dirá” o que no revise la mochila antes de salir: “si me dejo la flauta, papá me la acercará al cole” o que no adquiera ciertos conocimientos por no haberlos entendido (el profesor o profesora no podrá detectarlo ya que los deberes estarán correctamente realizados).

Es importante que se responsabilice de estos aspectos desde el primer momento. Para ello, debemos dejarles claro qué se espera de ellos y no está de más darle alguna estrategia para organizarse mejor o recordarlo todo. Vosotros sois quienes mejor conocéis a vuestros hijos, por lo que os resultará sencillo darles algunas pautas según las dificultades que observéis: revisar los deberes antes de salir de clase, revisar la mochila, hacer una lista de todo lo que tenemos que hacer, tener disponible el material necesario, etc.

NORMA Nº4: LAS CONSECUENCIAS HAN DE SER EN CLASE, NO EN CASA

¿Quién impone consecuencias cuando vuestro hijo o hija no cumple con alguna obligación, por ejemplo, poner la mesa? ¿Vosotros o el profesor?  En este caso, vosotros indicaréis al pequeño vuestro descontento y llevaréis a cabo las consecuencias que determinéis oportunas. Entonces, ¿por qué si un niño no hace los deberes-obligación establecida por el profesor- son los padres los que toman medidas al respecto?

El tema de los deberes no debe ser una discusión familiar. Si no los hace, debe recibir las consecuencias en el aula ya que el responsable de esta tarea es el niño y el que la propone es el maestro. Será él quien decida las medidas a tomar: hacerlos para el día siguiente, poner una nota negativa en la agenda, no contarle la puntuación establecida en la nota final, etc. Es importante que el niño lo sepa y que actúe en consecuencia.

Una correcta comunicación entre el tutor y la familia será esencial para conocer este tipo de situaciones. Lo que sí se puede hacer desde casa es informar al pequeño de que sabemos que está ocurriendo e intentar tomar medidas (que nunca castigos). Con esto nos referimos a motivarlo, ofrecerle ayuda, buscar los motivos, etc.

NORMA Nº5: OFRECE EL ESPACIO, EL TIEMPO Y LA TRANQUILIDAD NECESARIOS

Para realizar correctamente los ejercicios y estudiar el temario es necesario disponer de un ambiente adecuado. Por una parte, debe tener un espacio tranquilo y silencioso, con el material necesario para realizarlo. La cocina, mientras hacemos la cena o el salón, con la televisión encendida, no son lugares adecuados para hacer este tipo de tareas. Lo ideal es disponer de un despacho o un escritorio individual en su habitación, con la luz adecuada, a poder ser natural o en su defecto con un flexo que enfoque desde el lado contrario a la mano con la que escribe y una silla adecuada a su estatura. Por otra parte, durante el tiempo de estudio o de hacer deberes es importante evitar cualquier tipo de distracción: consolas, tablets, hermanos, ruidos evitables, interrupciones, etc.

Por último, es esencial establecer un ratito cada tarde para estudiar y hacer los deberes. Actualmente, tendemos a sobrecargar a los niños con actividades extraescolares y a veces nos olvidamos de la necesidad de estos ratitos. Si cada día realiza estos trabajos a la misma hora (aproximadamente) y durante el mismo tiempo (dependiendo de la edad), estableceremos un hábito de estudio muy positivo.  

NORMA EXTRA PARA PAPÁS Y MAMÁS

No olvidéis que los deberes son tareas de los niños. Vigilad la forma en que habláis sobre este aspecto ya que en muchas ocasiones tendemos a decir expresiones del tipo “¿Qué nos toca hoy?”, “Este profesor no da mucha faena” o “Tenemos que ir a hacer los deberes”. Es importante cambiarlas por “¿Qué te toca hoy?”, “¡Cuánta faena tienes” o “Nos vamos porque María tiene que hacer sus deberes”. Es importante notar la diferencia en la persona: cambiamos de nosotros a solo el niño. Si lo hacemos de la primera forma, les hacemos ver que hacer las tareas es responsabilidad de ambos. Nada más lejos de la realidad. Podéis ayudarlos, si lo necesitan, pero la responsabilidad es tan solo suya. Vosotros ya hicisteis los vuestros en su momento.

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